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Enero 24

-Jisoo-

-Harina

-Azúcar

-Cocoa en polvo

-Polvo para hornear

-Leche

-Mantequilla suave

-Vainilla liquida

-Huevos

-Sal

-Azúcar glass

-Chocolate amargo.

La voz de Rosé resonaba mientras recorríamos los pasillos del supermercado, ella estaba atenta leyendo la lista mientras yo iba observando que ingrediente tenia a la vista para tomarlo, era sábado y le habiamos prometido a mi hermana hornear un pastel de chocolate.

Exacto, habíamos, no solamente me lo pidió a mí, sino a la hermosa mujer que tenía a mi lado, y me encantaba que se llevaran tan bien.

No habia celebración alguna, pero no necesitábamos algún pretexto para hornear un delicioso pastel.

—Creo que solo es eso—contestó Rosé al terminar de leer la lista.

—Bien, creo que la mayoria podemos conseguirlo en el ultimo pasillo, por el momento ya tenemos la sal, leche y harina.

—Excelente. Crees que nos quedara...bien?—preguntó con cautela.

—Bueno, tu ya horneaste uno, no te quedo muy bien pero dices que el sabor era bueno. Y yo...pues daré mi mayor esfuerzo—respondí y ella rio.

—Vaya, estamos perdidas.

—Que exagerada—respondí mientras besaba mi mejilla.

—¡Rosé, Jisoo!—se escucho la voz de mi hermana, quien sostenía un frasco lleno de cerezas mientras corría hacia nosotras.

—Te vas a caer peque—le dijo Rosé cuando estuvo frente a nosotras.

—Ya tengo las cerezas. ¡Yes!—gritó emocionada, se le pegó cierto acento—Ahora si. Podemos hacer un gran pastel de chocolates con cerezas.

—Muy bien. Nos quedará muy, muy rico.

—Delicioso—corrigió ella con una gran sonrisa.

Rosé y yo nos miramos con una sonrisa, no eran necesarias las palabras para comunicar lo obvio, no importa si el pastel quedara bien o mal, nadie le quitaría a mi hermana la emoción de prepararlo.

Después de comprar las cosas llegamos a la casa para poder prepararlo, el olor a mantequilla y chocolate invadían la cocina, al comenzar a mezclar los ingredientes y preparar el glaseado para el pastel.

—Rosé, mira esto—se escucho la voz de mi hermana, mientras nosotras estábamos concentradas mezclando los ingredientes.

—Qué pasa?—preguntó ella, mirando en su dirección, se escucho un jadeo y la risa de mi hermana retumbo en la cocina. Volteé a ver lo que sucedía y comencé a reír al ver la cara de Rosé llena de harina.

—Enana, eso no se hace—dije sin dejar de reír, pero  murió al ser atacada por el polvo blanco que antes había estado sobre la mano de Rosé.

Diablos, esto no lo vi venír.

—Bien, esto es la guerra—le dije tomando un puñado de harina con mi mano, arrogándosela al rostro, pero ella reaccionó de forma rápida separándose lo más que pudo.

•°Sweet Love°• ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora