Capítulo 23

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Volvimos a su apartamento, y me quité el abrigo dejándolo en el sofá, hacía frio, ya estábamos entrando a otoño

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Volvimos a su apartamento, y me quité el abrigo dejándolo en el sofá, hacía frio, ya estábamos entrando a otoño.

—¿Qué te gustaría comer? —Preguntó abriendo el refrigerador.

—Lo que decidas está bien.

—Hagamos lasaña.

—Bien.

Mason sacó la carne y el queso. Sabía perfectamente que cocinar no era su fuerte, aunque siempre se esforzaba por aprender.

—¿Por qué tu cambio? —Dije buscando un tazón.

—Lo necesitaba. ¿No te gusta?

—Sí. —Le sonreí.

No volvimos a hablar más del tema, y en tanto que preparábamos la lasaña, Mason me contaba algunas cosas que tenía en mente. Que ya estaba todo listo para la empresa que querían conformar, entre él, Ayden, Noah, y Cristopher que se les había unido. Era una compañía automotriz.

Después de comer, él me llevó al apartamento, y la soledad me recibió con los brazos abiertos. La señora Jones me llamó para decirme que la cirugía de Harper había sido todo un éxito. Y que pronto estaría de vuelta a casa. Así que tendría que agilizar todo lo antes posible para cambiarnos de apartamento. Me sentía sola, muy sola.

Escuché el teléfono de Mason, y él frunció el ceño observando la pantalla.

—Tengo que irme. Nos vemos mañana.

—Está bien.

Suspiré con pesadez dejándome caer en el sofá, dando rienda suelta a mis pensamientos, tortuosos. Estaba claro, ya no estaba enamorada de Mason. ¿En qué momento sucedió? ¿Cuándo dejé de amarlo? Eso era algo que me estaba consumiendo por dentro. Hace unos días soñaba con ser su mujer y formar una familia con él, no obstante, ya eso era parte del pasado. Ahora simplemente era ese amigo incondicional, mi mejor amigo.

Desperté por la alarma, estirando mi cuerpo. Me sentía exhausta. Miré mi reflejo en el espejo y las ojeras eran casi imperceptibles. Mason me comentó ayer para ir a ver a Harper este fin de semana.

Me di una ducha y me vestí con un pantalón y una camisa manga larga, mi teléfono sonó indicándome que me había llegado un mensaje. Era Mike escribiéndome por WhatsApp, sí ya no era por Skype.

Buenos días, June. :)

Buenos días, Mike.

¿Puedo verte hoy?

La realidad era que me moría por verlo. Dios. Apreté el teléfono en mis manos mientras observaba la pantalla con detenimiento. ¿Cómo puede gustarme Mike si a penas lo conocía? Estaba tan confundida y necesitaba aclarar muchas cosas en mi mente. Lo único de lo que tenía certeza era que a Mason ya no lo quería para mí.

Viviendo un amor entre letras |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora