Sentí mi mundo venirse abajo. No estaba cien por ciento segura, pero parecía la voz de Harper, eso era algo que no me atrevía a asegurar. Busqué rápidamente el número de ella y marqué, pero sonaba apagado. Tenía las manos temblorosas, y como consecuencia, el teléfono se me cayó llamando la atención de Mason. Él se estacionó mirándome preocupado y confundido.
—¿Qué ocurre, June? —Preguntó acunando mi rostro entre sus manos. —¿Por qué lloras? —Llevé las manos a mis mejillas percatándome de que lo que me decía era cierto. No sabía en qué momento, pero las lágrimas caían como cascada.
—Alguien... alguien me llamó. —Dije aturdida recordando la llamada. —Estoy asustada, esa voz me pidió ayuda, y no sé, pero tengo miedo de que haya sido Harper.—Tranquila. Seguro alguien quiere hacerte una broma. —Observé a Mason buscar su teléfono, y luego nos puso en marcha. Él hablaba con alguien, al parecer era Ayden, le preguntaba si la había visto. —Los chicos no saben de ella.
La cabeza me daba vueltas, sentía una opresión en el pecho y casi no podía respirar. Por mi cabeza pasaban tantas cosas, y el miedo se incrementaba cada vez más, apoderándose de cada parte de mi ser. La sola idea de pensar en que a Harper podía sucederle algo, me hacía sentir mal, con un vacío que me albergaba completamente.
—Vamos rápido. —Él asintió mientras pisaba el acelerador. Lo único que quería era llegar rápido al apartamento para ver a mi amiga durmiendo, y que todo haya sido una broma de mal gusto.
—Respira, June, respira. —Pasé las manos por mi rostro a la vez que me recostaba en el espaldar del asiento.
Tiempo más tarde, Mason me avisó que ya habíamos llegado. Me bajé de su auto corriendo hacia el apartamento. Sentía un dolor en mi pecho, y las piernas me temblaban conforme avanzaba más, cuando llegué a la sala, vi que todo se encontraba en perfecto orden. A pasos lentos, con el corazón en la boca, fui hasta la habitación de Harper, viéndola dormir plácidamente. Solté el aire en los pulmones dejándome caer en el piso.
—Ella está aquí. —Le dije a Mason, él avanzó hacia mí, y luego se asomó a la habitación.
—Sí, está bien. De seguro fue una broma que te hicieron. —Me ayudó a ponerme de pie. —Ven, vamos. —Caminó conmigo hasta la sala sentándome en el sofá. Lo vi dirigirse a la cocina. Incliné mi espalda hacia adelante apoyando los codos en mis muslos, sosteniendo mi cabeza. Dios mío, eso fue horrible. Era una desosiego que hacía mucho no sentía. —Ten, toma un poco de agua, te sentará bien.
—Gracias. —Le sonreí sincera, dando un sorbo al agua. Mason pasó un brazo por encima de mis hombros, atrayéndome hacia él, depositando un beso en mi frente.
—Todo está bien. —Dijo mirándome a los ojos. Él acarició mis mejillas, sonriéndome con ternura.
—Gracias por estar conmigo. —Lo abracé con fuerza escondiendo mi cara en pecho. Su perfume masculino me golpeó sin piedad, embriagándome.
ESTÁS LEYENDO
Viviendo un amor entre letras |COMPLETA|
RomanceJune lleva años enamorada de su mejor amigo Mason, pero él es el típico hombre que solo está con las mujeres por sexo y ella lo sabe, por eso ha mantenido sus sentimientos ocultos ante él. Un día, cansada de sufrir en silencio por ese amor no corres...