Capítulo 2

9.3K 545 100
                                    

Samantha enfurecida avanzó un paso hacia nosotros dándole una cachetada a Mason, él hizo una mueca tocándose la mejilla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Samantha enfurecida avanzó un paso hacia nosotros dándole una cachetada a Mason, él hizo una mueca tocándose la mejilla. Las amigas de ella, miraban la escena sorprendida, diciendo un "auch" y bueno, no solo sus amigas, sino todos los de la fiesta que se encontraban expectantes a dicho espectáculo. Me solté de su agarre saliendo de allí, esto es de locos, no pierdo más mi tiempo aquí.

-Hey. -Sentí que sujetaron mi antebrazo haciendo que me detuviera. -No quería que presenciaras eso.

-No importa. Quiero irme a casa. -Él asintió y nos dirigimos a su auto.

Por estas cosas, es que nunca me gustó aceptar las invitaciones de Mason a fiestas, siempre sucede algo. Además, lo último que me gustaría, sería causarle problemas a él con sus amigas. A veces pienso que he aguantado demasiado como dice Harper, que yo no tengo porque lidiar con todo esto, aunque sea su amiga, y sé que en parte tiene razón, pero es que no soy capaz de dejarlo a un lado, sé que sus actitudes me lastiman, y él no lo nota, o quizás está ciego, no lo sé, pero llegará un día donde diga: no doy más, hasta aquí llegué.

Mason detuvo el auto en su casa, fruncí el ceño, y él al notarlo, se desabrochó el cinturón de seguridad inclinándose a mí, causando que los nervios se apoderaran de cada célula de mi cuerpo.

-Perdóname, June. -Recostó su cabeza en mi brazo, con las manos trémulas, toqué su brazo frotándolo.

-No te preocupes. -Sonreí, aunque sé que él no me estaba mirando. -Sabes que siempre he estado aquí, para ti, sin importar nada.

-Lo sé, no tienes idea de lo importante que eres para mí. -Con delicadeza, y algo tímido, tomó una de mis manos entrelazándola con la suya.

Sentí como las mariposas comenzaron a revolverse en mi estómago, iniciando una danza entre ellas, felices, al saber cómo me sentía con solo un roce. Mi respiración cada vez más se volvía más pesada, y ni hablar de los latidos de mi corazón, que juraría que se escuchaban en toda la cuadra. Ok, no literalmente, pero así me sentía.

-Mason...

-Quédate conmigo, como antes. -Tragué saliva, quería negarme. No podía estar con él es la misma habitación, en la misma cama. -Prometo llevarte mañana temprano, y esperarte para llevarte al trabajo.

En mi mente rondaba la hipótesis de Harper, una y otra vez. Ella me había dicho que Mason estaba enamorado de mí, solo que no se atrevía a decirme las cosas, por el simple hecho de ser un mujeriego. Por ello, no quería ilusionarme, no quería hacerme daño, porque él sabría que nunca cambiaría, así que prefería tenerme como amiga, nada más.

Pero por más que pensaba en eso, yo me negaba, me negaba a creerlo, porque a pesar de cómo es su trato conmigo, jamás había cruzado por mi cabeza esa idea, me parecía algo absurdo.

-¿Por qué no me llevas a casa? -Pregunté, él se incorporó mirándome sonriente.

-No quiero. ¿Sabes cuándo fue la última vez que te quedaste en mi casa? -Negué en silencio, a la vez que pasaba mis manos por el pantalón, hacía frío, sí, en el ambiente, pero la sola presencia de Mason, ponía mis nervios a flor de piel, sintiendo como mis manos sudaban. -Hace mucho tiempo, June. -Un mechón de cabello rebelde salió de mi moño, y él lo atrapó colocándolo detrás de mi oreja. -No quiero estar solo. -Tragué saliva, sus ojos me miraban suplicantes, haciendo que todo dentro de mí, se sintiera culpable por no haberle dicho que sí desde un principio.

Viviendo un amor entre letras |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora