Capítulo 28

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Ahora entendía perfectamente porque Harper estaba así, no era para menos

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Ahora entendía perfectamente porque Harper estaba así, no era para menos. De pronto, ella comenzó a sollozar, pasando ambas manos por su cabeza. Yo, parecía estar en una especie de trance, porque la escuchaba a lo lejos, solo observándola y entonces sentí unas manos en mis hombros regresándome a mi realidad.

Mike se hallaba frente a mí, y le dije que se hiciera cargo de Harper, mientras realizaba una llamada, así que cogí mi teléfono llamando a Mason, que, a los tres tonos contestó.

-Mason, ¿qué sucedió con Ayden? -Pregunté, caminando de un lado a otro, los nervios y la desesperación estaban apoderándose de mí.

-No lo sé, Christopher me llamó. Yo no estaba con ellos.

-¿Tú, dónde estás? -Me quité el short colocándome un pantalón deportivo y una sudadera.

-Camino al hospital del norte. -Lo escuchaba maldecir por el tráfico. -Maldita sea, estoy en un embotellamiento.

-Ya voy para allá. -Colgué la llamada, colocándome unos zapatos.

-¿Dónde lo tienen?

-En el hospital del norte. -Respondí caminando hacia la sala.

-Yo voy con ustedes. -Dijo, Harper buscando su chaqueta de mezclilla.

Íbamos en el auto de Mike. La incertidumbre de no saber qué pasaba con Ayden me estaba consumiendo por dentro, Noah había llamado a Harper informándola de dicha situación, pero, no le había dado detalles de lo que pasó, no sabíamos nada de su estado porque Noah ni Christopher respondían el teléfono.

Solté un suspiro moviéndome incomoda en mi puesto, y Mike pareció notarlo, pues, sostuvo mi mano dándome un leve apretón. Agradecía en el alma que él estuviera conmigo, apoyándome en todos mis problemas. Miré la hora y eran las once de la noche, el tráfico era horrible; esperar no era mi fuerte, y menos en estas circunstancias.

-Tranquila, June. -Mike mantenía la calma, intentando apaciguarme; sin embargo, eso era algo imposible. Yo no estaría tranquila hasta que supiera en qué estado se encontraba Ayden.

No sabía cuánto tiempo había pasado, hasta que nos hallamos frente al hospital. Y en sala de espera, logré visualizar a Mason, Noah y Christopher, sus rostros lucían angustiados, temerosos y muy tristes; la verdad es que no era para menos. Un médico cabello rubio de algunos treinta años, salió preguntando por los familiares de Ayden Lewis. Después de presentarse, nos dijo que Ayden se encontraba muy mal y que tenía que ser intervenido quirúrgicamente lo antes posible, pero, él había perdido mucha sangre y por ello, necesitaba una transfusión.

-Ayden y yo tenemos el mismo tipo de sangre. -Dijo Mason al médico y este asintió. Harper se sentó, y Noah le hizo compañía abrazándola. Noah estaba con pequeñas magulladuras en el rostro. Se notaba que él también había estado involucrado en el accidente, solo que tuvo la suerte de no haber sido algo grave.

Viviendo un amor entre letras |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora