Capítulo 14

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Cuando llegué a la sala, la señora Brooks me abrazó dándome las gracias por haber ido a acompañar a Mason

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Cuando llegué a la sala, la señora Brooks me abrazó dándome las gracias por haber ido a acompañar a Mason. Y yo, me sentía mal por dejarlo solo en estos momentos, sin embargo, tenía que pensar en mí, también, porque desde que tengo uso de razón, nunca me había negado a nada de lo que Mason me pedía, cuando intentaba hacerlo, tarde o temprano terminaba cediendo, y eso no estaba bien.

Sabía que Mason había sufrido mucho en esta vida, por muchas cosas, y aunque él siempre estaba feliz, demostrándole al mundo que estaba bien; llegaba un momento en el que no podía más, y simplemente explotaba, solo que muy pocas personas conocían esa faceta de su vida. Por lo general, siempre lo veían como el chico guapo rompe corazones, al que no le importaban los sentimientos de las personas, no obstante, el lado cariñoso y dulce de Mason, yo lo conocía a la perfección.

—Tengo que irme. —Dije, separándome de ella. —Harper, ¿ya te vas?

—No, June, me quedaré con Alex. —Alex sonrió tomando su mano.

—Está bien.

—June, nuevamente gracias por venir. —La señora Brooks me dio un beso en la mejilla.

De pronto, el timbre se escuchó y todos nos miramos, ya que era muy tarde, y no esperaban a nadie más. Cuando Alex abrió la puerta, Hannah se encontraba parada allí, sus ojos se clavaron en mí y, frunció el ceño mirándome con odio contenido.

—Disculpen la molestia, es que supe por mi amiga que estuvo aquí, que Mason no se sentía bien. —Ella caminó hacia la señora Brooks.

—Gracias por preocuparte, pero él ya está bien.

—¿Puedo verlo? —Preguntó con voz tenue.

—No creo que sea conveniente, ya está descansando.

—Claro, pero me imagino que ella sí pudo verlo. —Espetó señalándome. Hannah dio un paso hacia mí, y yo mantuve mi compostura. —¿Qué haces aquí?

—No tengo porque darte explicaciones de nada, Hannah.

—¿Cuándo será que dejarás de metértele por los ojos a Mason? Entiende de una vez. —Me sonrió con sorna. —Él jamás se fijará en ti. Una pobre fracasada que no está a nuestro nivel social, que sus padres tuvieron que aceptar ayuda de los Brooks para que pudiera estudiar.

—¿Qué?

—Ya basta, Hannah. —Intervino Julisse. —Es mejor que te vayas. Tú no eres bienvenida en esta casa, y menos después de lo que has dicho.

—¡No me voy porque no se me da la gana! —Vociferó molesta. —¡June no es más que una oportunista, Mason es mío! —Ella parece haber perdido los estribos, porque se abalanzó contra mí, colocando sus manos en mis hombros, zarandeándome de un lado a otro.

—¡Déjala en paz! —Christopher la sujetó por el codo, apartándola.

—Estás mal de la cabeza. —Harper la fulminó con la mirada. —Tú lo que eres es una envidiosa, y así ningún hombre te va a soportar.

Viviendo un amor entre letras |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora