June lleva años enamorada de su mejor amigo Mason, pero él es el típico hombre que solo está con las mujeres por sexo y ella lo sabe, por eso ha mantenido sus sentimientos ocultos ante él. Un día, cansada de sufrir en silencio por ese amor no corres...
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Sus palabras me dejaron descolocada. Harley estaba embarazada del hermano de Mike. Eso si que no me lo esperaba.
Todos estos días había estado separada de Mike por una mentira, y él se iba a casar con ella.
—¿Cómo sabes eso? —Pregunté frunciendo el ceño.
—El día en que me enteré que Harley era hermana de Peyton, fue porque ella estaba invitando a los chicos en la universidad. —Asentí recordando la conversación que tuve con Harper donde me lo decía. —Ese día le pregunté, y me dijo que no estaba de acuerdo con algo que su hermana había hecho para poder casarse. De ahí saqué mi teoría. —Cogió otra galleta. —Después que hablé contigo, hablé con Christopher para ponernos de acuerdo y hacerlas confesar. Yo invité a Peyton a un bar a tomarnos unos tragos, mientras que Christopher invitó a Emma.
— ¿Qué tiene que ver Emma en todo esto? — Inquirí confundida.
— Que ella es amiga de Harley, desde hace mucho tiempo, fueron juntas a la misma escuela.
—Sigue por favor.
—La emborraché, y me confesó que su hermana había echado algo en la bebida de Mike, y lo llevaron al apartamento de Harley. Ella la ayudó a planear todo, porque Harley ya estaba embarazada de Jaxon.
—¿Jaxon sabe la verdad?
—Al parecer no. Él se fue de la ciudad hace unas semanas.
—Okey, ¿y qué dijo Emma? —Miré a Chris.
—Que Harley no estaba embarazada de Mike, todo fue una trampa para que él se casara con ella. —Se acercó a mí, posicionándose a mi lado. —June… —Christopher puso su mano en mi hombro. —Mike nunca te engañó.
—Por ese motivo estamos aquí. —Dijo Mason, mientras abría el refrigerador, lo vi sacar un pedazo de pastel que había hecho la abuela.
—Tienes que regresar. —Comentó Noah. —Tenemos que detener una boda.
Rápidamente busqué mi teléfono con la intensión de comunicarme con Mike, pero su teléfono sonaba apagado, así que llamé al hotel donde se estaba hospedando; sin embargo, la recepcionista me contestó que él ya se había ido de allí.
Mañana era su boda. Miré la hora y eran las seis de la tarde. Pronto mis padres regresarían.
Todo dentro de mí se revolucionó al saber que Mike no me engañó. Teníamos la oportunidad de estar juntos, de ser felices y hacer o que en realidad queríamos. La vida me daba una segunda oportunidad, una que yo iba a aprovechar, para dar lo mejor de mí.
Sin perder tiempo, fui escaleras arriba, entré a mi habitación y empaqué mis cosas lo más rápido que podía. Una sonrisa se formó en mis labios, con solo pensar que pronto estaría en los brazos del hombre que amaba.
