bang love ➳ jaemin

[028]

[🎮]

— No te duermas — Jaemin le dio un golpe con la goma del lápiz a Jihee en la frente. La pelinegra hizo una mueca sobando la zona y le miró mal.

— No era necesaria tanta agresividad.

— Ni siquiera te pegué tan duro, llorona — formó un mohín al escuchar aquel adjetivo.

El tiempo había pasado volando como un chasquido de dedos. Ahora Jihee estaba en último año del instituto por lo que ahora se dedicaba a estudiar como lo solía hacer Jaemin o bueno... hacía el intento.

El castaño por más ocupado que estuviese lograba sacar tiempo para darle tutorías a Jihee, aunque esas asesorías se resumían en quejas, lágrimas y gritos de la menor. Sin embargo, Jaemin había logrado encontrar el método adecuado para que Jihee lograra comprender los temas y eso era explicándoselo como si fuera un chisme.

A parte de que le prometió que le daría un asombroso regalo si lograba pasar el examen de admisión.

Sus calificaciones habían subido.

De ser la alumna número 48 de 50 alumnos, ahora estaba en el puesto 25.

¿Cómo lo había logrado?

No tenía ni la menor idea.

Sus profesores incluso le llegaron a cuestionar si había copiado en los exámenes, pero estaban equivocados. La chica lo había hecho por mérito propio.

— Tengo mucho sueño, Nana — talló sus ojos y bostezó. Se había desvelado viendo caricaturas.

— Para qué te duermes tarde.

Jihee levantó su labio con molestia, hasta que recordó algo.

— Na — comenzó, habló con timidez juntando las yemas de sus dedos —, el siguiente mes habrá una convención de anime y...

— Ni lo pienses — le apuntó con el lápiz.

— ¡Vamos Na! ¡El cosplay de Sukuna te quedará genial! ¡Podrás presumir esos abdominales de hierro que sé que tienes!

La sangre subió con fiereza a sus mejillas y tosió cuando la saliva se fue a su garganta de golpe. Jihee sonrió mientras el mayor se asfixiaba en el bochorno.

— ¡¿Y tú cómo sabes que tengo?!

— ¡Vamos, Na! No soy estúpida — vociferó — ¡Los abdominales se sienten!

— Jihee ya para. Me está dando vergüenza.

La pelinegra soltó un bufido sentándose nuevamente, porque sí, entre tantos gritos la chica se había puesto de pie para intimidar a Jaemin. Cosa que no logró.

— El cabello rosa te quedará excelente — masculló —. De qué me sirve tener un novio guapo si no se deja usar.

Jaemin apretó sus ojos y masejeó el puente de su nariz. Dios mío, no podía creer lo que estaba a punto de hacer, el Jaemin de unos años atrás estaría muy decepcionado de él. Clavó sus ojos en Jihee, quien estaba con la barbilla sobre el escritorio haciendo dibujitos en la esquina de la hoja de papel.

— Está bien — los ojos de Jihee se abrieron y sonrió —, pero.. — hizo una mueca de disgusto — Tienes que llegar por lo menos al puesto quince.

— ¡Oh vamos, Nanacomemocos!

— Es eso o nada.

Se lo pensó, se lo pensó profundamente analizando la situación. Tendría que estudiar el doble y probablemente no podría ir al PC Bang por un largo tiempo. Pero si lo lograba valdría la pena y nunca se arrepentiría.