bang love ➳ jaemin

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Jihee suspiró tratando de calmar sus nervios. Le dio un sorbo a la botella de agua que Jaemin le había comprado minutos antes mientras que su pie golpeaba una y otra vez el suelo por culpa de los nervios.

— No tomes demasiada agua, cuando entres no podrás ir al baño — hizo una mueca ante lo dicho por Jaemin. De mala gana le entregó la botella y decidió sentarse en la jardinera de cemento en la que estaban apoyados. El pelirrosa se puso de pie frente a ella, sus manos fueron hacia sus mejillas enmarcando su rostro con una sonrisa llena de amor y orgullo miró directamente a los ojos a Jihee —. No estés nerviosa, ten confianza en tus conocimientos yo sé que lo vas a lograr. No te atasques en una sola pregunta, si no la sabes sólo sáltala y sigue con las demás de todos modos valen lo mismo.

Asintió tratando de grabarse las palabras del mayor, un chico salió del portón y con un enorme megáfono vociferó que era hora de que los estudiantes comenzaran a entrar. Jihee con el estómago hecho un lío se colocó de pie, sus padres estaban ahí para darles ánimos. Hayoung y Jisung también aplicarían el examen hoy por lo que a su suerte no se sentía del todo sola.

— Buena suerte chicos, ustedes pueden — su madre les habló con un tono dulce que no solía usar.

— Recuerden que no nos importa los resultados que obtengan, eso no quitará lo orgullosos que estamos de ustedes — su padre despeinó el cabello de sus hijos como lo solía hacer cuando eran pequeños. Jisung con los labios fruncidos aguantándose las ganas de llorar asintió, sentía que sus piernas era un par de gelatinas y que en cualquier momento se desmayaría.

Jaemin abrazó a Jihee posando su barbilla cerca de su hombro y en un susurro le dio ánimos acariciando su cabello.

— Mucha suerte coco, te amo. Aquí te estaré esperando.

— Yo también te amo — replicó.

Jisung y Jihee se dieron la vuelta encaminándose a la entrada, su hermano estaba muerto de los nervios y Jihee no tuvo otra opción más que sostenerlo de la mano. Sus padres observaron la escena y el señor Park fue el primero en echarse a llorar diciendo que sus hijos ya estaban creciendo y que recordaba como la primera vez que ambos fueron al jardín de niños sostenidos de las manos. Por su parte, la señora Park aunque sentía nostalgia el echarse a llorar como su esposo no era un opción que le agradara mucho. Jaemin bueno, él estaba sentado a un lado de los padres de Jihee mientras trataba de consolar al señor Park.

Jisung soltó la mano de su hermana cuando vio a su amada Hayoung saludarlo a lo lejos, el chico corrió a toda velocidad mientras que Jihee con pasos pesados le siguió.

— Amorcito, nos toca en el mismo salón. Es el destino que nos une — la pelinegra hizo una mueca asqueada observando a su hermano pegarse como un chicle a su mejor amiga.

— No me digas amorcito, no lo soy — respondió con molestia aunque en su interior estaba muriendo de amor.

— Ya te pedí perdón, no es mi culpa ser tan carismático — lloriqueó —. Tú eres la única chica ante mis ojos.

— Agh, ya paren que me voy a vomitar encima — Jihee simuló tener arcadas y negó con su cabeza sintiendo escalofrío por la pena ajena que le causaban esos dos — ¡Me voy! Mi salón está del otro lado.

— ¡No te quejes que eres igual con Jaemin hyung!

Aunque fue capaz de escuchar el chillido de su hermano decidió ignorarlo. No tendría sentido seguir peleando con él, ya se consideraba una pre-adulta en pleno ciclo de madurez como para seguir los jueguitos de su mellizo. Caminó con pasos seguros hacia el aula en la que se suponía le tocaba realizar su examen; sin embargo, su seguridad y confianza fue disminuyendo al darse cuenta que no la encontraba y todos los alumnos comenzaban a entrar a los salones. Jihee dio vueltas tratando de buscar aquel mugroso salón que sin darse cuenta chocó con alguien más pisándole los pies.