bang love ➳ jaemin

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Podía sentir como sus párpados tomaban mayor pesadez y le costaba aún más mantenerlos abiertos. Jihee bostezó abriendo la boca tanto que parecía un hipopótamo, su padre le acarició el cabello enfocándose en el partido mientras su madre gritaba sin parar.

Y es que a quién se le ocurría hacer un partido el sábado a las nueve de la mañana siendo el primer día de invierno.

Vestía aquellos pantaloncillos tan suaves que utilizaba para dormir con enormes dibujos de los ositos cariñositos en toda el área y una gran sudadera roja que le había robado a su hermano, cubriéndose con la capucha escondiendo gran parte de su rostro.

Sus padres se plantaron de pie gritando de la emoción cuando Jisung metió canasta por tercera vez consecutiva. Jihee se tambaleó en su sitio sintiendo el frío de las gradas colarse en su trasero y alzó sus manos con lentitud mientras gritaba un "¡eh!" bastante desanimado.

— Jihee anima a tu hermano — su madre le dio un empujón con su hombro. La pelinegra soltó un suspiro como respuesta deseando estar en su cama en vez de estar allí, rodeada de gente gritando como locos.

— Ten, ve a comprarte algo para comer — como si le hubieran dado al botón de encendido Jihee se removió en su sitio poniéndose de pie rápidamente. Su padre le dio unos cuantos billetes, que le alcanzaba para muchas cosas.

Atravesó a la gente sentada en las gradas y de un salto llegó hasta el pasillo de la entrada. Hayoung no había podido asistir por más que su mejor amiga le había insistido.

Metió sus manos en el bolsillo de la sudadera para mantenerlas tibias, algo que no podía hacer con su nariz ya que la sentía helada y tenía un color carmesí bastante distinguido. Hizo fila esperando su turno en la cafetería, detrás de unas chicas que le había dado una mirada despectiva por su vestimenta.

— ¿Tú eres Jihee? — la mencionada giró al sentir unos piquetes en su hombro. Un chico de piel algo bronceada junto otro de piel completamente pálida le sonrieron en un intento de hacerla sentir cómoda.

— Sí — pronunció con la voz ronca, rascó su nariz y empujó el puente  de sus gafas.

— Soy Haechan y él es Chenle — le tendieron la mano, la cual Jihee con bastante duda la tomó —. Somos amigos de Jaemin.

Jihee parpadeo lentamente sin comprender porqué ese par de chicos se le acercaron a hablarle. Ya los había visto, siempre estaban junto al castaño como si fueran chicles.

— Bueno — dijo, importándole poco. Los amigos de Jaemin dieron un paso cuando Jihee avanzó en la fila y llamaron su atención nuevamente picándole el hombro.

— Lamentamos mucho que Jaemin te moleste tanto, es que está un poc-

— ¡Ya! — un Jaemin molestó se dirigía hacia ellos con pasos firmes. Una capa de sudor invadía su rostro y algunos mechones de cabello se le pegaban a la frente.

Al igual que su hermano, Jaemin formaba parte del equipo de baloncesto pero Jihee no lo sabía ya que nunca le prestó atención al partido y si no fuera por el uniforme que portaba Nana seguiría ignorante ante ese hecho.

El castaño tomó el cuello de ambos chicos alejándolos de Jihee a una distancia aceptable donde ella ya no podía escuchar lo que hablaban.