Capítulo 36

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Llevé las palmas de mis manos hasta mi cara y las pasé por mi pelo, necesitaba todo de mí para no golpearlo, se estaba comportando como un completo cretino. Giré mi cuerpo y lo miré directamente a los ojos, contra todo pronóstico le sonreí, su cara de desconcierto valió la pena.

—No importa cuánto lo intentes, no me vas a herir, te quiero demasiado como para perder ese sentimiento—di un paso adelante y besé su mejilla antes de dar media vuelta dirigiéndome hacia el salón de clase.

La idea de girarme y ver su rostro me mataba, pero si lo hacía, perdería mi salida dramática, tal vez en otra ocasión, además podía pedirle detalles a Jason.

Entre al aula que extrañamente estaba sola, yo nunca llegaba antes que los demás, los milagros existían, eso me demostró ese momento. Tomé asiento y mire por la ventana mientras me ponía los audífonos y me perdía entre las letras, 'Demons' de Imagine Dragons sonaba, creo que una parte de mi estaba enamorada de ellos... en realidad toda yo estaba enamorada de ellos, lástima que el vocalista me engañara con su novia.

Al parecer me perdí mucho tiempo sin pensar, hasta que los estudiantes ocuparon sus puestos y Nick comenzó a jalar mi pelo, quería matarlo, me irritaba que me movieran la cabeza porque el dolor no tardaría en llegar.

—Nicholas— lo miré directo a los ojos —¿Aprecias tu vida?— él ladeó la cabeza sopesando la idea.

—Obviamente— lo dijo como si fuera lo más estúpido que alguna vez le hubiera preguntado.

—¿Estás seguro? Porque haciendo eso solo estás consiguiendo que quiera deshacerme de ti, y voy a ser sincera, sé cómo hacerlo— le guiñe un ojo y volví a esconder mi cabeza entre mis brazos, solo quería dormir.

—Buenos días jóvenes— ni alcé la cabeza, ya suponía el discurso que venía, eso del futuro y lo que haríamos con nuestras vidas, para mi desgracia ya lo había escuchado de otros profesores a principio del año, no necesitaba que mi profesora de grupo viniera a repetir lo mismo. Cerré un segundo los ojos y no escuche nada más hasta que mi nombre fue pronunciado acompañado de las palabras 'discurso de graduación'.

—¡¿Qué?!— la miré asustada, solo esperaba que todo fuera un sueño y quedar en ridículo en la clase.

—Que me parece fantástico que quiera hacer el discurso de graduación— tenía una sonrisa que le partía el rostro, incluso me asuste un poco.

—¿Yo?— sentía que los ojos se me iban a salir de la cara ¿Desde cuándo yo quería hacer algo así?

—Sí, usted, el joven Sullivan me informó, mientras usted se encontraba enferma, que quería tener el honor de dar unas palabras de despedida, no me opuse considerando que usted es una buena estudiante— cerré los ojos con fuerza, tragué duro y respiré hondo, su acto de venganza lo único que hacía era darme dolor de cabeza y menos tiempo para dormir, consideré golpearlo luego pensé que mis manos no merecían ensuciarse y menos dañar las uñas que me había pintado el día anterior en un momento de flojera.

—Sí, claro, como olvidarlo, no hay problema— giré mi cabeza buscando a Ian, quien milagrosamente se había sentado en siguiente puesto, le sonreí, esos patéticos actos no surgían efecto en mi, tendría que hacer mucho más para lograr vengarse.

Él solo me miraba como si estuviera loca, me mordí el labio inferior aguantando una risa, al parecer él había olvidado que había convivido toda mi vida con dos hermanos mayores que eran crueles a la hora de hacer sus maldades, sus acciones eran un juego de niños para mí.

—Está bien, me encantaría leerla antes de la graduación para hacerle algunos ajustes, si pudiera estar lista para el próximo viernes, estaría encantada— ¿Tan pronto? ¿Es qué la mujer no pensaba que yo tenía una vida? O al menos intentaba tenerla.

BrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora