Capítulo 28

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Una carcajada abandonó todo mi sistema y toda posible impresión, Jacob Reed estaba usando un vestido, tacones que no entraban en sus pies, labial rojo fuerte en sus labios y sombra azul en sus ojos, lo único que le faltaba era una peluca para parecer un travesti, y no uno lindo.

—No te rías, no es chistoso— se intento mantener el equilibrio, pero no le fue posible sin sostenerse de una pared.

—Sí, lo es— me mordí el labio conteniendo mis emociones dentro —¿Cómo rayos terminaste así?—llegué al principio de la escalera aun con la ropa mojada en mis manos.

—Culpa a tu madre, esa mujer fue la que me obligo a dejar mi hombría a un lado— no podía dejar de negar con la cabeza, mi madre tenía una de las imaginaciones más grandes que alguna vez haya visto.

Jake solo me miraba mal, al parecer a él no le parecía gracioso el asunto, pero debía verlo como una experiencia nueva, como una manera de comprender el difícil mundo de las mujeres, aunque a él no le hiciera ni la más mínima gracia, yo simplemente amaba a mi mamá.

—Esa mujer es un genio— alguien se pronuncio al final de la escalera, ambos giramos para encontrar a un cómodo Harry, él lucia mejor la ropa que el propio dueño.

—Cállate Sullivan, tu y yo tenemos que hablar, no cualquier idiota puede crear que se va a meter con mi hermanita, primero tienes que pasar sobre mí, de lo contrario te patearé el trasero— Jake casi rugió, me dio un poco de miedo, luego vi su ropa y se me pasó.

Eso probablemente no sería lo mejor porque no sabría a quien apoyar, uno era mi hermano y el otro, bueno el otro era Harry, esa respuesta bastaba ¿No?

—Creo que no puedo permitir eso, yo jamás le pegaría a una dama— eso irrito sobre manera a mi hermano, a mi por el contrario me encanto y me hizo reír.

—No me tientes, Sullivan— apretó el palo del trapeador con demasiada fuerza, y trato de caminar con los tacones que, estoy segura, mataban sus pies.

—Eso es imposible, Harry tiene buen gusto, no creo que una mujer como tú le gustaría— mi mamá apareció a mi lado y me quito las prendas que llevaba en las manos, las cuales había olvidado por la impresión de tener "una nueva hermana".

—¿Una mujer como yo? ¿Cómo se supone que es una mujer como yo? ¿Me lo debo tomar como un elogio o un insulto?— se cruzo de brazos y espero una respuesta, en ese momento note el sujetador bajo su ropa y mi risa se disparo, ese era el colmo de los colmos, mi hermano estaba usando un sujetador rosa, probablemente ese había sido uno de los mejores días de mi vida.

—No voy a decir que me desagrada del todo, por lo menos tiene buen gusto en ropa interior— Harry estaba detrás de mí y rodeo mi cintura, su cabeza estaba apoyada sobre mi hombro así que podía escuchar todo a la perfección, incluso sentir las emociones que quería transmitir.

—¡Mamá!— Jake descruzo sus brazos y zapateo el piso como un niño o ¿una niña? —¡Me está molestando!— bufó, pero sabía que él también estaba a punto de sucumbir ante la risa.

—Deja de ser tan escandaloso, las mujeres no nos quejamos tanto, mejor acompáñame que te voy a mostrar cómo lavar ropa, eres una mujer y como tal debes aprender los oficios básicos de un hogar— lo tomo de la mano y lo arrastro hacia la cocina, de ahí supuse que irían al pequeño espacio donde se encontraba la lavadora.

—¡Soy un hombre, madre!— aun trataba de sostenerse en el par de zapatos, yo quería unos como esos, era de un hermoso rojo.

—Bueno, ve el lado positivo, serás un hombre más completo— escuche como respuesta de la mujer que me dio la vida, ella era genial.

BrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora