Probablemente me estuviera riendo, lo haría si no fuera tan doloroso, la piel estirada de mis cachetes dolía mucho, cinco minutos eternos de una dolorosa caricia. Se supone que amo a la mamá de mi "novio" lo repetía como mantra, pero mi piel roja no pensaba lo mismo.
Ian estaba en el mismo proceso que yo estuve, pero según mis cuentas él ya iba en el minuto siete, lo compadecí un momento, luego recordé el castigo que me puso la profesora Turner por "distraer al señor Sullivan" y se me pasó, que la madre de mi "novio" se vengara por mí no sonaba tan mal y yo no sufriría repercusiones.
—Creo que mi mamá lo va a dejar sin cachetes— Jason sonaba preocupado y me importo poco, que sufra por abandonarme cuando lo necesitaba.
—Sí, yo también lo creo— fingí pensar una forma de solucionarlo, mis labios estaban levantados hacia arriba —Tengo sed, dame agua— tomé la mano de Jason y abandoné a Ian a su suerte.
Me recosté en la mesada mientras Jason tomaba un vaso de cristal y lo llenaba de agua, me lo entrego manteniendo los ojos entrecerrados sobre mí, lo tomé y lo llevé a mis labios, tenía que evitar reírme, no podía ser tan evidente. Él se acerco a mí, sus manos tomaron posesión de la madera a mis costados, acercó su cara a la mía, mirándome mal.
—¿Por qué te estás vengando?— ladeó su cabeza y yo estire mis labios, dándoles una forma diferente a una sonrisa.
—¿Yo vengándome?— dije "confundida" —¿De quién?— aparte mi rostro del suyo y tomé más agua.
—La inocencia no va contigo— puse la mano sobre mi pecho, eso me dolió como por dos segundos y luego solté la carcajada, sí, probablemente no era inocente en todo.
Sus ojos brillaron con burla, para él también era muy gracioso ver sufrir a Ian, habíamos esperado por mucho tiempo que su madre estirara su piel, por fin habíamos conseguido llevarlo al matadero. Ambos comenzamos a reír sin control, Jason se sostenía de la mesada tras de mí para no caer inclinándose hacia adelante; yo lo seguí apoyándome en su pecho, necesitaba aire, Ian llevaba quince minutos de tortura.
—Veo que no pierden oportunidad para esconderse y besarse— una voz femenina se escuchó sobre el ruido que nuestras bocas hacían, nuestra risa paro al instante, me alejé del pecho de Jason mirándolo con pánico, sus ojos estaban igual de abiertos que los míos.
Mi labio inferior comenzó a temblar, por lo menos teníamos a favor que nuestra mentira era más creíble, lo malo era que lo era para todos, incluyendo a nuestro cómplice Ian en el proceso. Giré para ver la cara de Ian, nada, no decía nada, sus mejillas estaban rojas, pero sus manos no estaban sobre ellas. El verde oscuro de sus ojos me asustaba y mucho.
—No se detengan por mí, Ian y yo podemos ir a la sala— su boca atrapaba una sonrisa juguetona, me moría por borrársela.
—No hay necesidad, señora Marx— me alejé de Jason con la excusa de dejar el vaso en el fregadero, lo dejé y luego giré a ver a Ian, lo único que me importaba es que él no creyera en esa farsa, todos menos él.
—Rene, llámame Rene— asentí sin mirarla.
No lo creas Ian, yo no lo bese ¡No nos besamos! mi interior gritaba una y otra vez.
—No tienen que detenerse por nosotros— la voz de Sullivan fue más fría que el hielo.
Ni Jason ni yo dijimos nada con respecto al comentario, nos miramos un momento, Jason y yo lo sabíamos, él creía en el beso.
—No se preocupen, lo reanudaremos en otro momento— codeé a Jason, mal momento para sacar su sentido del humor.
La cena se baso principalmente en la "relación entre dos personas que se aman", en un resumen: su madre nos estaba casando.
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Brothers
Teen FictionCassie Reed ha estado toda su vida rodeada de hombres, desde sus hermanos, sus escasos primos e incluso sus casi no conocidos amigos, así que lo más natural para ella es tener un mejor amigo hombre. Todo se complica una vez que crecen, con alguien m...