—Enserio Harry, bájame— halé de nuevo sus rizos sin obtener mayor resultado, esto era peor que frustrante.
—Te dije que teníamos que hablar— la molestia era perceptible en su voz y me importa una mierda, quería tocar tierra, tenía miedo de caerme y golpearme la cabeza.
—¿Y para hablar me tienes que alejar de toda muestra de vida y movimiento?
—Contigo siempre tengo que hacer las cosas así— bufó frustrado y acaricio mis piernas.
—No toques, pervertido— alcé un poco mi pierna derecha alejándola de su alcance y eso hace que casi me caiga.
—No he hecho contigo ni un cuarto de lo que me gustaría, si ahora me llamas pervertido, no sabría decirte como me dirás en el futuro— susurró tan bajo que estaba segura de que él no quería que yo escuchara, mala suerte, lo había hecho.
—Eso es aun peor— le di una palmada en la cabeza.
—Vuelve a golpearme y tu recibirás las palmadas en el trasero, no me provoques Cassie, no lo hagas— guardó silencio un minuto —Me corrijo, hazlo, provócame, así tengo una excusa para tocar tu trasero— acarició de nuevo mis piernas.
Bufé, demasiado predecible, y sabia que Edward lo haría, lo que sea con tal de satisfacer sus deseos. Esta cara de Harry nunca la había visto, me gustaba, de una manera retorcida me gustaba y mucho. No lo golpeé mas, aunque ganas no me faltaron y más ganas me daban mientras acariciaba mis piernas desnudas, sus dedos eran tan suaves sobre mi piel que mandaban cosquillas por todo mi cuerpo, pero no iba a decírselo, solo aumentaría su ego.
—¿Falta mucho para llegar a "tu lugar perfecto" para hablar?— el sarcasmo fue notable en mi vos y eso que era mala siendo sarcástica.
—La paciencia no es una de tus virtudes— él también estaba cansado.
—La astucia no es una de las tuyas y aun así has conseguido raptarme, además me gustan las cosas rápidas— abracé su cabeza para no caerme, él idiota se había detenido abruptamente.
—Y así buscas que no te coja— apoyó su espalda a un árbol y por ende la mía.
—¿Qué? ¿Que dije?— repasé mis palabras, no había dicho nada mal, simplemente recalque lo obvio, que era una impaciente y después a él le da por hablar de cogerme... ME QUIERE COGER... PERO ¿QUÉ DEMONIOS? Él lo había dicho como si fuera muy normal decirle eso a una chica, a mí en especial, fue muy primitivo, sin anestesia, simplemente lo dijo. Me removí incomoda en mi lugar, me raspe un poco los brazos con la corteza del árbol y escuché un quejido de Edward.
—Enserio, es mejor que te quedes quieta en este momento— dijo mientras apretaba mis muslos.
Le obedecí, por primera vez sin chistar. No sabía porque pero tenía la impresión de que si no le obedecía esto iba a volverse algo más peligroso que una charla con Harry.
Se deslizo por el tronco de madera comenzando a sentarse, me raspe un poco los brazos pero al final mis pies tocaron tierra, con la cabeza de Harry entre mis piernas o no, ya estaba en tierra. Rápidamente agaché de su cabeza y salí de ahí, era muy incomodo, me dolían las piernas por estar colgadas durante tanto rato.
—¿Enserio crees que no vi nada? Me gusta el naranjado— rodé los ojos, estúpido pervertido.
—Al grano Sullivan, quiero volver con Ian— me quejé y tomé asiento a su lado, sin tocar la corteza del árbol, mis brazos ya ardían suficiente como para provocar más dolor.
—Precisamente ese es el tema: Ian— el tono de su voz se volvió oscuro al pronunciar el nombre de su hermano —¿Crees que oír hablar de ustedes como una pareja en un futuro me pone muy feliz? Quise matarlo cuando insinuó una vida de pareja contigo y tu siguiéndole la corriente, estuve a punto de encerrarte en el cuarto— su voz de enojo me dejo fría
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Brothers
Teen FictionCassie Reed ha estado toda su vida rodeada de hombres, desde sus hermanos, sus escasos primos e incluso sus casi no conocidos amigos, así que lo más natural para ella es tener un mejor amigo hombre. Todo se complica una vez que crecen, con alguien m...