Capítulo 43

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Luke miró a todos lados buscando la respuesta a la situación, sus ojos finalmente llegaron a los míos, me dio una pequeña sonrisa y me recorrió con la mirada hasta que llegó a mis manos, su sonrisa se hizo más grande y prácticamente se me lanzó encima.

—¡Comida!— me arrebato la bolsa —Tienes un novio muy tacaño que no hace comprar nuestra comida y prepararla, es horrible— besa mi mejilla mientras observa de nuevo a todos, ahora la atención no está en los Sullivan sino en nosotros —¿Qué?— réplica Hilton ante la mirada de todos —Solo dije la verdad ¿o en qué he mentido Lou?— mira a Louis que solo se encoge de hombros.

—Vamos adentro para que pueda patearle el trasero a Harry, es tan malo para el futbol virtual como para el real— todos reímos mientras volvíamos al interior del apartamento, nadie iba a negarlo, Edward no era un as en los deportes.

Antes de entrar, mi mano fue agarrada y jalada hacia atrás, el cuerpo de Harry impacto con el mío, me reí mientras alzaba mis ojos hasta los suyos, buena forma de llamar mi atención. Él besó mi nariz antes de rodearme con sus brazos y besarme, la forma en que sus labios se movían sobre los míos hacia que mis rodillas me temblaran, no me daba tiempo de responder, se sentía como un ataque, el mejor que alguna vez haya tenido.

—Gracias— susurró sobre mis labios, rozando mi boca suavemente en cada palabra.

—¿Por qué?— pregunté mientras envolvía mis brazos en su cuello, me encantaba estar cerca de él.

—Por traerlo— fruncí el ceño, ese no era mi merito.

—Dáselas a tu mamá, él estaba en el estacionamiento cuando llegué— tomé su nariz entre mis dedos y se la apreté.

—Pero conseguiste que subiera, jamás lo hubiera hecho solo— conociéndolo como lo conozco esa el destino más probable, creo que si hubiera tardado diez minutos más Ian Sullivan iba a irse, a correr y no enfrentar sus problemas.

Yo por otra parte estaba muy agradecida de encontrarlo teniendo una lucha interna, siempre era bueno cuestionar las decisiones y más cuando nos provocaban un vació en el pecho, así que tener a el menor de los Sullivan lo suficientemente abierto para abrazarme e intentar comprender mi posición era algo genial para mí.

—Creo que todo pasa por algo— besé sus labios con calma, dándole el saludo que tanto quería, que ambos deseábamos.

—¡Trae aquí tu trasero, Cassie!— Luke Hilton siempre arruinando momentos —¡Necesito quien me cocine!— bufé antes de separarme de Harry caminar hacia el interior de su apartamento.

Para mi sorpresa Luke estaba recostado en el marco de la puerta que daba a la cocina mirándome muy fijamente, rodé los ojos y camine hasta él. Ian y Louis estaban en un intenso partido de Fifa al que Edward no dudo en incorporarse como técnico de ambos equipos, no es como si lo necesitaran, pero puedo dejarlo soñar.

—Como entrenador se muere de hambre— Hilton señalo a Harry con su cabeza.

—Por algo está en la universidad— señale, no iba a discutir algo en lo que estaba de acuerdo, era mi novio, pero no estaba ciega, el fútbol y él no eran los mejores amigos.

—Buen punto— empujo hacia mí: pan, queso, jamón, lechuga y algunos otros ingredientes para un sándwich, lo miré mal, era una comida que perfectamente él podía hacer solo, la idea de estrangularlo no sonó tan mal en mi cabeza, ni siquiera para mi lado racional.

—Esto es un abuso— me quejé, pero aun así comencé a prepararle su comida, tal vez si encontraba un laxante no iba a sentirme tan mal por hacerle algo de comer, no podía decir lo mismo del comensal.

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