Capítulo 27

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Harry se separo una vez más de mis labios, en ese momento entendí que era momento de volver a casa, el frio comenzaba a calar mis huesos.

Me llevo por la puerta del conductor, creo que eso era algo que se había vuelto usual entre nosotros y una parte retorcida de mi cerebro lo extrañaba, me encantaba pasar por el mismo lugar que él siempre lo hacía. Abrió la puerta y no me dejo entrar, lo fulmine con la mirada, él solo sonrió y metió la mitad de su cuerpo, presiono algo en el interior; sin soltarme la mano camino hasta la parte de atrás de la camioneta y agarro dos cubre asientos que yacían ahí. Los acomodo en los asiento para que ninguno se mojara y regreso ambas sillas a la normalidad, hizo una reverencia hacia a mi dándome permiso de pasar.

—Pase, mi lady—me guiño un ojo ayudándome a subir.

—Gracias, mi lord— llegue hasta el lugar del copiloto, con una sonrisa estúpida en mis labios.

El camino a casa fue entretenido, solo rectifique lo que Edward ya me había demostrado en mi cumpleaños, tenía una preciosa voz, a mitad de "Can't Hold Us" me uní a él y me divertí acompañándolo, no sonaba tan bien como él, pero por lo menos no mataría con el sonido que salía de mi.

Para mi sorpresa llegamos directo a mi casa, apreciaba que dejara que me cambiara primero. Toque la puerta de mi casa con la incesante lluvia aun cayendo sobre nosotros, me acerque a Harry y deje que me arropara entre sus brazos, se sentía simplemente perfecto.

Mi mamá abrió con una sonrisa en sus labios que desapareció repentinamente convirtiéndose en una mueca aterrada.

—¡Están empapados!— había llegado a temer que su cara era porque no le agradaba para nada ver a uno de los Sullivan abrazándome, pero solo se preocupaba por el agua que caía sin consideración de nuestros cuerpos —¡Les va a dar neumonía! ¡Y no tengo la ropa indicada para un entierro!— lo último nos hizo reír, tal vez debía preocuparme que su mayor temor era no tener la ropa indicada para un funeral, pero era de esperarse, lo único que hacen en esos lugares es desatrasarse de los chismes.

—Tranquila ma, en navidad te daré un precioso conjunto de ropa negra— el pecho de Harry vibro y mi pecho lo pudo sentir.

—Eso espero— dijo sería —Ahora, adentro mientras les traigo un par de mullidas toallas— lo dijo de una manera que me dieron ganas de hundirme en ese pedazo de tela.

Mi madre nos dejo en la entrada, por lo menos ya no estábamos soportando el frio del exterior, aun así seguía pegada a Harry aprovechando cada porción de calor corporal que su cuerpo emanaba hacia mí. Deje que mi cabeza se acomodara en el hueco de su cuello, y simplemente lo supe, ese era mi lugar.

Una tos demasiado fingida me hizo salir del encanto en que me encontraba sumergida, alce mi cabeza y vi a Jacob parado al final de la escalera mirándonos como si estuviéramos cometiendo un delito.

—¿Qué es esto?— se cruzo de brazos y adquirió una pose de macho alfa que no le quedaba ¿Dónde estaba mi celular cuando lo necesitaba?

—¿Qué cosa?— respondió un Harry Edward Sullivan muy relajado.

—Esta escenita de ustedes abrazados y mojando el piso como si no hubiera sido lavado en años— me encogí de hombros, tal vez el muy idiota no había notado que estaba lloviendo.

—Está lloviendo— Harry le recalco lo obvio como si estuviera hablando con un niño de cinco años —Así que estamos esperando a Lena aquí para no mojar más la casa- metió— sutilmente su mano debajo de mi empapada camisa.

Jake negaba con la cabeza en desacuerdo con la situación.

—No me parece el que estén mojando todo el lugar, no consideran a mi madre que va a tener que secar todo esa agua sucia que sale de ustedes— nos señalo a Harry y a mí, yo levante una ceja.

BrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora