Capítulo 32

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Era un mensaje del operador, como odiaba las compañías de celulares y sus mensajes inservibles que te hacían sentir importante hasta que notabas quien lo mando, una vida muy triste.

Escondí mi cara entre mi almohada, era el mensaje de texto más triste que había recibido, su contenido no aportaba nada a mi vida, yo solo quería la sucia historia que Luke había vivido.

—Perfecto, estás babeando las sabanas, claro, como no eres la que las lava— mi mamá golpeó mi espalda con la almohada a mi lado, dolió, que agresiva podía ser.

—Ni enferma me salvo de ser atacada por esta salvaje familia— me di media vuelta y mis ojos conectaron con los de ella, tenía una chispa de felicidad.

—Ni con cuarenta años te salvarías de nosotros— retiró un mechón de pelo de mi rostro y acaricio mi mejilla —No puedo creer que mi bebe ahora tenga novio, incluso amantes— me guiño un ojo como si compartiéramos un secreto.

—¡Mamá! Yo no tengo un novio y mucho menos amantes— hice una mueca —Oye ¿Por qué "amantes" en vez de "amante"?— no es como si no estuviera acostumbrada a ver muchos hombres a mi alrededor.

—Pues porque pensé que Ian y Jason eran tus amantes, y Harry tu novio, por cierto es encantador, antes de irse me dijo que te pusiera atención por si te subía la fiebre, es un amor o deben estar teniendo un sexo muy salvaje— grite ante su última declaración ¿Qué le estaba pasando? Antes no era así de directa, me preocupaba, tal vez Jake le lavó el cerebro o algo, quería a mi mamá un poco más conservadora de regreso.

—¡Soy virgen! ¡Por Dios!— me tape el rostro con ambas manos, tenía calor, mi cara picaba, seguro el tomate envidaba el color que cubría mi cara —Mi inocente mente ha sido contaminada con tus sucias palabras, en momentos como estos necesito a Dan para que me tape lo oídos— lleve mis manos a mis orejas, pero no sirvieron de nada, pude escuchar perfectamente la risa que salía de la boca de mi progenitora, incluso podía observar su pecho vibrar, era completamente molesto, nunca se está lo suficientemente acostumbrada a ser molestada por tu madre, ningún ser humano lo ha logrado ni lo lograra, creo que siempre esperamos un poco de respeto de nuestros padres, aunque en mi caso nunca llega, y eso también lo agradezco porque eso significa que no se han convertido en unos amargados que me entristezcan la vida... Los humanos podemos ser muy confusos e inconformistas.

—¡Por favor!— se tapo la boca con la mano —De esta casa lo más inocente que hay es el baño y eso que podemos asegurar que ya los ha visto a todos desnudos— siguió riendo mientras otro dolor de cabeza me iniciaba ¿Qué karma estaba pagando?

—¿Qué es tan divertido?— Jason se paro confuso bajo el marco de la puerta sosteniendo entre sus manos dos vasos de helado, lo ame por traerme dos, era lindo cuando se lo proponía.

—Nada— hice un gesto quitándole importancia mientras mi mamá seguía riendo al pasar por su lado, la mujer estaba loca.

—Luce feliz— me entrego un vaso de helado, se sentó a mi lado para tomar la cuchara del otro y comenzar a comer, ya no me parecía tan tierno.

—Sip— comencé a comer junto a él.

Las conversaciones que mantuvimos no tenían algo profundo, incluso estuvimos hablado de cuando éramos niños y apenas nos conocíamos, él pensaba que yo era la niña más rara al querer poner mis muñecas barbie en sus camiones, no era tan descabellado, se veían rudas, a mi me gustaba, pero al parecer a Jason no, por algún cuento que le enseñaron de niño.

Se despidió de mí con un beso rápido en la mejilla, tenía una cita y por estar recordando otras cosas, casi lo olvida. Miré mi celular y volví a enviar un mensaje exigiéndole una respuesta.

BrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora