Harry maldijo por lo bajo mientras se daba media vuelta cubriéndome con su cuerpo.
—Veo que te has estado divirtiendo sin mi— se burló Louis sosteniendo en alto las dos prendas de ropa retiradas de nuestros cuerpos más temprano esa tarde. Apoyé mi frente en la espalda de Edward, digamos que ese no era el mejor momento de mi vida, tampoco el más embarazoso, pero cerca, bastante cerca.
—¿Qué haces aquí?— Edward casi rugió, para él tampoco sonaba como el momento perfecto.
—Vengo a traerte alimento para que sigas subsistiendo ¿y así me pagas?— me asomé por un costado de Harry, Lou fingía un dolor en el pecho y se lo sostenía mientras su cara se convertía en algo completamente dramático, debería ser actor —Por cierto, hola Cassie, ¿sabes? Esconderse no es la mejor manera de recibir a tu amante, se supone que yo ya he visto eso y más— me sonrió como si eso fuera lo más natural.
Harry llevó sus manos hacia atrás acomodándome mejor tras de él, sus manos se ubicaron en mi espalda baja, ni idea de cómo llegaba hasta allí sin quejarse, no era tan sencillo para mí.
—Hola Lou— le sonreí escondiendo media cara, que incomodo, ni siquiera recordaba que él era mi amante y Zachary mi prometido, lo que pueden hacer las fiestas. Presione mí pecho contra la espalda de Edward tratando de esconderme lo más posible
—Como sea, lánzame las camisas por favor— le indico mi escudo humano al hombre burlón tras la barra americana. Él lo sopesa un poco, en la mano derecha tenía mi camisa y en la izquierda la de Harry.
—¿Qué gano yo?— olió mi camisa haciendo gruñir al sujeto delante de mí, tuve que rodearlo con mis manos ya que había empezado a caminar y me iba a dejar al descubierto.
—¿Qué tal mi gratitud?— traté de poner mi más tierna cara.
—No, eso no me convence, Harry ofréceme algo— volvió a llevar mi prenda de ropa hacia su nariz, lo vi esconder su risa ante la reacción de Edward, solo quería molestarlo.
—Un golpe es lo que te vas a llevar si no devuelves la ropa— sus manos eran puños a sus costados.
—No, eso tampoco me gusta, que malos negociantes son— miró las bolsas que había dejado en el sofá —Una última oportunidad— debíamos pensar rápido, si él se llegaba a llevar mi camisa, sería un caos explicarle a mi mamá cómo la perdí, prácticamente tendría que estar despidiéndome ahora mismo del mundo, y eso que aun no me explicaba el por qué ella no me había llamado para ver dónde estaba, ella siempre procuraba saber en qué lugar podía encontrar a sus hijos.
—¿Qué es lo que quieres?— me escuche decir, ni siquiera había notado que mi boca empezaba a moverse, al parecer no era tan malo mi instinto de conservación.
—Esa sí es una buena pregunta, aprende algo Sullivan que no te voy a durar toda la vida— le reprochó.
—Lo que digas, mamá— su cuerpo se relajo, volvía a una actitud tranquila.
—¡Cómo crecen de rápido!— fingió limpiarse una lágrima —Y que maleducados se vuelven—refunfuño.
—Solo di que es lo que quieres— Harry seguía tratando de sacarlo lo más rápido posible del lugar, la única parte de mí que quería que Louis se fuera era mi espalda, escalofríos la estaban recorriendo debido a la tensión y al frío que chocaba contra ella, gracias a la falta de movimiento.
—Bueno yo... — la puerta del apartamento se abrió sorpresivamente una vez más ¿qué tanta seguridad tenía ese recinto? Una mujer enfundada en una falda de tubo y una camisa roja, su pelo bien acomodado cayendo a los lados de su cabeza, el maquillaje justo, era linda, algo brusca, pero eso no le quitaba belleza.
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Brothers
Fiksi RemajaCassie Reed ha estado toda su vida rodeada de hombres, desde sus hermanos, sus escasos primos e incluso sus casi no conocidos amigos, así que lo más natural para ella es tener un mejor amigo hombre. Todo se complica una vez que crecen, con alguien m...