Brothers

Capítulo 20

Un fuerte estruendo se escucho tras la puerta, mi corazón latía desbocado, había tenido una alucinación, había fantaseado con besar a... ¿Ian? Eso de estar alejados me hacia mal, mucho mal.

Recosté mi cabeza contra la pared, alce mi cabeza hacia al techo y cerré los ojos, quería poner todo en una nueva perspectiva y dejar mi cabeza en blanco, era más fácil decirlo que hacerlo. Si eso hubiera pasado ¿Qué habría hecho yo? ¿Lo siento Ian yo solo te veo como un amigo? ¿Siento lo mismo por ti? ¿Dime que yo soy la única que quieres junto a ti? ¿Qué pasa con Edward? ¿Eso no era de lo que quería hablar? No se me ocurría ninguna respuesta que no alterara nuestra relación, todas me conducían a un completo desastre, porque aunque lo intentara con Ian y quisiera darme una oportunidad con él, aparecía el fantasma de Harry y me avisaba que eso arruinaría la relación de hermanos, yo, arruinaría la amistad de los hermanos Sullivan, y no había cosa en el mundo que quisiera evitar más que esa.

—¿No te cansas de mentirme y molestarme?— baje mi cabeza rápidamente provocándome un dolor en el cuello, eso de los sustos no iba conmigo.

—Solo te quiero de vuelta— llevé la mano a mi nuca, por primera vez en la historia de la familia Reed que había vivido, no era por causa del nerviosismo que causaba la situación, realmente me picaba.

—Me ocultas cosas, me mientes ¿Cómo crees que me siento? Y luego llegas y me dices "Te quiero de vuelta" ¿Qué mierda está mal contigo, Cassandra?— Ian estaba colérico, sus ojos eran negros, el verde que tanto adoraba estaba extinto.

—No te mentí, no te oculte la verdad y no hay ninguna "mierda" en mi— mi voz sonaba sorprendentemente calmada, esos ojos tan negros me asustaban.

—Tu lenguaje— me señaló con su dedo, rodé los ojos, era increíble, ni esos momentos evitaban que me hiciera cuidar mi lenguaje y hablar como una "señorita".

—Ian, concéntrate, intento decirte que no me besé con Jason y tu solo estas ahí corrigiendo algo que me importa una m... — la palabra se vio evitado por una palma de una mano sobre mi boca.

—Es enserio Cassie, cuida tu maldito lenguaje— ¿Era enserio? Él podía maldecir pero yo no ¿Qué clase de loco mundo habitaba?

Durante mi lucha interna note que me había llamado "Cassie", ese era un gran avance, sonreí, que me corrija todo lo que quiera mientras vuelva a mí.

—Jason ha estado sobre mi todo el maldito día, no estoy de humor para escuchar la misma mierda, ya me explico todo, sus burlas sobre mí, porque estaban tan cerca, todo, lo sé todo— sus ojos seguían igual de negros ¿Qué estaba mal? —En este momento apreciaría que guardaras silencio y me dejaras abrazarte y de una vez te aviso que eres mi pareja del baile de graduación, ya le avise a Jason, le dije que podía seguir diciendo que eran novios, pero que no podía poner ni una sola mano sobre ti— sus brazos me rodearon y yo hundí mi nariz en su pecho, Dios, como amaba su olor.

—¿No se supone que me debías preguntar a mi primero si voy o no contigo?—traté de bromear y no dejar que la cercanía que extrañe me abrumara, más de veinticuatro horas era mucho para mí.

—No, me abandonaste con la mamá de Jason, ahora te ajuntas y haces lo que yo quiera— alejó su cabeza y clavó su mirada en la mía —Ya lo tengo decidido— besó mi frente.

—Está bien, lo que quiera mi señor— le sonreí, se sentía como una eternidad no haberle sonreído a él, aún así sus ojos negros me tenían desconcertada, sus ojos siempre brillaban y ese color que tenia me daba miedo.

Pasaron segundos, minutos, tal vez hasta un par de horas y nosotros seguíamos ahí, sin separarnos, rodeándonos el uno al otro sin necesidad de pronunciar una sola palabra para sentirnos a gusto; la suavidad con la que su mano se deslizaba por mi espalda me producía escalofríos, en un buen sentido, era paz y tranquilidad, probablemente algo de seguridad, pero aún no estaba lista para aceptarlo. De repente me vi preguntándome ¿Qué se sentiría besar a Ian? Mi cabeza me estaba haciendo una muy mala pasada.