+Capítulo con contenido sensible+
—Hasta que te dignaste a llegar— me paré en seco al ver a mi mamá de brazos cruzados debajo del arco de la sala, sus ojos están fijos en mí.
—Hola mami— dije con voz de niña tierna, sentía como si me hubiera atrapado haciendo algo malo, yo no lo consideraba así, tal vez estaba haciendo cosas que ella simplemente no querría saber.
—No pensé que se iban a tardar tanto— mi corazón saltó, ¿qué sabía ella? ¿El descarado de Edward se había atrevido a decirle algo? Negué con la cabeza, esa no podía ser la respuesta.
—¿A qué te refieres ma?— no me acerque, tenía miedo de que pudiera oler el perfume de Harry en mí, o el sudor, me sentía tan sucia en una buena manera, había sido completamente alucinante, quise que el olor permaneciera en mí un poco más, además de que no sería 'normal' llegar a mi casa con el pelo mojado y mucho menos sino estaba lloviendo, incluso oler a jabón sería extraño porque no sería mi jabón, mi olor habitual, por muchas razones egoístas y razonables había decidido no ducharme antes de llegar a casa, ahora que lo analizaba podría no ser tan buena idea.
—A que Harry solo me dijo que iba a llevarte a comer algo, un almuerzo o algo así, no pensé que te ibas a quedar toda la tarde con él— mi alma volvió a mi cuerpo, ahora veía porque no había llamado para saber donde estaba, el "responsable" Sullivan había avisado, se lo agradecía, no era nada emocionante lidiar con tu mamá cuando estaba completamente enojada porque no llegabas a casa, además de que no sospechaba nada malo, me mordí el labio tratando de reprimir una risa, que buen día.
—Cuando estás teniendo un buen momento, te olvidas del mundo— batí exageradamente mis pestañas haciéndola reír.
—Sí, claro, mejor ve a pasar un buen momento lavando los platos, eso sí que volará tu mente— la miré mal antes de reír.
—Déjame darme una ducha y ya bajo— comencé a caminar hacia las escaleras.
—Pero que sea rápido, súbdita— con su espalda derecha y la cabeza bien levantada hizo un gesto con su mano.
—Como usted diga, su alteza— hice una reverencia y terminé de llegar al segundo piso, a veces los mejores momentos eran los más pequeños.
Entré al baño y desaté mi pelo de la cola de caballo en la que lo había puesto, debía disimular un poco todas las veces que sus manos recorrieron mi pelo, me estremecí, definitivamente mi cuerpo recordaba la sensación, mi cuero cabelludo picaba por la falta de su toque, de cada vez que las puntas de sus dedos lo rozaron y enviaron una corriente a través de mi espalda columna vertebral.
Cerré la puerta del baño con seguro, observe el espejo, mi reflejo tenía una sonrisa plasmada en el rostro, ahora entendía la magia de un orgasmo. Mis mejillas se tiñeron de rojo y no pude evitar apartar la mirada mientras sentía como mi cara se calentaba, de repente tenía mucho calor.
Termine de quitarme la ropa antes de meterme en la ducha, el agua fría funcionaba a la perfección para mí, mi cuerpo está caliente, recordaba estar a una elevada temperatura corporal hace un par de semanas y el agua fría lastimando mi piel con cada impacta, ahora solo me refrescaba y trataba de volverme a quien era.
Mientras masajeaba mi mente me llevó a un Harry sin camisa sobre mí, sacudí mi cabeza quitándome esas imágenes de la cabeza, no era buen momento, tal vez nunca lo sería.
Salí rápido de la ducha, básicamente hice todo como un eficaz robot ante de correr escaleras abajo y lavar los platos. Mi mamá me hizo devolverme a desenredar mi pelo antes de lavar cualquier cosa.
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Brothers
JugendliteraturCassie Reed ha estado toda su vida rodeada de hombres, desde sus hermanos, sus escasos primos e incluso sus casi no conocidos amigos, así que lo más natural para ella es tener un mejor amigo hombre. Todo se complica una vez que crecen, con alguien m...