31. Yo su protector, y ella mi salvación

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FLASHBACK 12

Los padres de Lena se habían ido un fin de semana a descansar a un hotel para desconectar del trabajo y por lo tanto se había quedado su casa sola.

Queríamos hacer algo, pero como tampoco queríamos que aquello se descontrolara pues solo fuimos a su casa Olí, Yago, África, Jorge y yo. Los de siempre.

Dijimos que aquello sería tranquilo, pero me temo que cuando alguien dice eso, acaba pasando justamente lo contrario. Llevamos unas cuantas botellas de alcohol y empezamos a jugar a juegos para beber. No se como se las arreglaban Yago y África para perder en todos los juegos y tener que beber un chupito. Llegué a la conclusión de que creo que lo hacían queriendo para beber. Así terminaron...

Al final cada uno estaba a su bola unos por el suelo, otros por el sofá... menos mal que Olí, Lena y yo íbamos bien porque no habíamos bebido todavía apenas.

Entré a la cocina para coger hielo para ponerme otra copa y ahí estaba Lena haciendo lo mismo.

- ¿Qué quieres cogerme ventaja? - dije divertido mientras ella echaba el refresco en su copa.

- Siempre te llevo ventaja cariño. - contestó traviesamente sacándome una carcajada.

Estaba realmente guapa ese día, llevaba una falda negra y un top del mismo color que le sentaba de maravilla.

- Por poco tiempo. - dije guiñándole el ojo. Terminé de echarme la copa, le di un sorbo y lamí mis labios recogiendo el líquido de ellos sin retirar la vista de los ojos de Lena.

- ¿Sabes? antes estaba pensando en una conversación que tuvimos de pequeños. - dijo mirándome divertida mientras se acercaba a mí.

- ¿Ah sí? ¿Cuál de todas? - Pregunte curioso.

- Pues ¿te suena una de una vez...que estábamos en el banco de un parque...? - preguntó con una sonrisa ladeada en sus labios.

Sabía por dónde iba, sabía que se estaba refiriendo a la primera vez que nos besamos en el parque cuando éramos niños. No le di tiempo a decir nada más y la acorralé con la encimera de la cocina.

- No vayas por ahí...- dije riendo mientras notaba como se me oscurecía la mirada.

La tensión entre Lena y yo siempre estaba presente, siempre jugábamos a ver quien era capaz de provocar más al otro y quien caía en la tentación. Lo curioso es que nunca habíamos caído. Si que nos dimos mas besos de pequeños, pero no un beso de verdad. Entre que éramos muy chicos y que después Lena se echó novio y yo me aloque un poco, a pesar de seguir con nuestras provocaciones no nos habíamos besado de verdad.

- ¿Por qué?... – preguntó con una voz sensual.

- Porque si empiezo no creo poder parar, y vas a caer conmigo en la tentación. - dije con voz ronca muy cerca de sus labios.

- Hazme caer. - contestó retándome, pensando que podía alargar su juego y seguir torturándome. Pero estaba equivocada.

La cogí del cuello y de la cintura y la pegue a mi cuerpo estampando mis labios con los suyos. Su lengua se adentro en mi boca y nuestras lenguas comenzaron una batalla que llevaban muchísimo tiempo queriendo tener.

El ambiente iba subiendo de tono y la impulsé para dejarla sentada en la encimera de la cocina y ella rodeo mi cadera con sus piernas. Era un beso apasionado que reflejaba todo lo que no podíamos reprimir el uno del otro.

Nos separamos levemente para coger aire y pude ver la pasión reflejada en sus preciosos ojos verdes.

- Joder...- suspire agitado a milímetros de sus labios. Pensando justo lo mismo que ella dijo después.

𝕀ℕ𝕋ℝ𝔼ℂℂ𝕀𝔸𝕋𝔼 •Damiano David•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora