𝕀ℕ𝕋ℝ𝔼ℂℂ𝕀𝔸𝕋𝔼 •Damiano David•

7. El efecto italiano

LENA

En un descuido de él hablando con los chicos, África y Olivia se acercaron a mí y me tiraron ambas del brazo.

-Madre mía Lena, es guapísimo- dijo Olivia sin poder quitarle la mirada de encima.

- Si no te lo vas a tirar tú, puedes dejarmelo a mi- Comento África riendo.

- África por favor cállate- dije dándole un manotazo en el brazo y mirando a los chicos esperando que ninguno escuchara aquel comentario.

Después de un rato más hablando, Damiano vino a mi y se acercó a mi oído para que pudiera escuchar bien lo que me estaba diciendo ya que cada vez había más gente y hacían más ruido.

-Ven conmigo, te voy a presentar a mi grupo- dijo en mi oído haciéndome notar el aire de su boca lo que provocó que se me erizara la piel. Me pasó un brazo por los hombros guiándome entre la gente y pude ver por el rabillo del ojo como sonrió al ver mi cara sonrojarse ante su toque. Estábamos muy pegados debido a la multitud y no podía evitar ponerme más nerviosa ante el roce con su torso desnudo.

-¿Sabes italiano?- me preguntó sacándome de mis pensamientos.

-No, lo entiendo casi todo pero no sé hablarlo.- Respondí

-Te tendré que enseñar entonces.- respondió dedicándome una sonrisa coqueta. No pude evitar pensar en que no sería lo único que me gustaría que me enseñase y por mi mente pasaron pensamientos de todo tipo. Solo pude mirarle sonrojada y dedicarle una risa, a lo que él me contestó con una pequeña risa y deslizando su lengua por la comisura de sus labios pareciendo saber exactamente lo que estaba pensando en ese momento.

Por fin llegamos ante su grupo y fue entonces cuando me soltó deslizando su brazo desde mis hombros hasta depositar su mano en mi espalda, parecía que le costaba soltarme y a mi cada vez me ponía más nerviosa. Y por si fuera poco noté sobre mi, la mirada de las chicas de Serbia, analizandome de arriba a abajo, cosa que me hizo sentir más incómoda. Pero ante estas situaciones jamás me hago pequeña. Alcé la cabeza y les dedique una sonrisa.

-Lena estos son Ethan, el batería; Thomas el guitarrista y Victoria, la bajista.- dijo presentándome.

Estuvimos hablando un buen rato, la mayor parte de la conversación fue en inglés aunque ellos intentan decir alguna frase en español y yo en italiano. Me cayeron genial, eran unos chicos muy divertidos y tenían un buen rollo increíble. Estuvimos hablando tanto tiempo que ni siquiera nos dimos cuenta de que la gente se estaba marchando, y fue Marcel quien tuvo que venir a sacarnos de nuestro mundo.

-Lena es tarde, ya va siendo hora de irnos- me dijo Marcel despidiéndose del grupo y acercándose a mis amigos. Se me había pasado el tiempo volando con Damiano y en parte me molestaba admitir que me cayera bien y tuviera ese poder sobre mi.

Me despedí de todo el grupo que me dedicaron sus mejores sonrisas y dejé a Damiano para el final.

- Bueno supongo que nos veremos pronto- le dije girandome hacia él dándome cuenta de que nos habíamos apartado un poco del grupo sin querer.

-No lo dudes Lena- respondió sonriendo mientras depositaba una mano en mi cintura y otra en mi cara para dejar un beso de despedida en mi mejilla.

-Por cierto ¿Sabías que se te notan más las pecas cuando te sonrojas?- me soltó pillandome completamente desprevenida provocando que me riera nerviosamente y haciendo que me sonroje más.

Se rió de mi reacción y en ese momento para mi tranquilidad llegó Olivia cogiéndome del brazo para irnos ya. Así que me despedí por última vez de todo el grupo sin tener que hacer frente a la última frase de Damiano.

-¡Hasta pronto chicos!- dije antes de ser arrastrada por mis amigos hacia afuera del recinto.

No pude evitar pensar en él durante el camino a la salida, me había caído genial y eso me molestaba, me parecía un poco arrogante como si supiera el efecto que tiene en las mujeres, pero quien lo puede culpar, con un cuerpo y carisma como el suyo yo también lo sería.

El aire frío de la calle me acarició desviándome de mis pensamientos y haciéndome consciente de que tenía la cara ardiendo. Se había hecho prácticamente de noche y fui consciente de que había perdido la noción del tiempo.

Me acerqué a Marcel y le pregunté algo que no entendía, siempre tenía que entenderlo todo.

-¿De qué conocías a Damiano?

-De nada- respondió este- Solo he hablado con su grupo mientras estabas ensayando. Me dijo que le encantaba tu actuación.

Ya teníamos algo en común, a mi me encantaba él. ¿Pero qué diablos estaba diciendo?. Me estaba enfadando conmigo misma por ese pensamiento pero, al fin y al cabo, me alegraba que le gustase mi actuación. A mi también me encantó lo poco que pude ver de la suya, así que espero poder verla entera.

-¿Qué tal son los chicos de Måneskin?- preguntó Olivia a mi lado.

-Son muy buena gente la verdad, ellos eran los que estaban actuando cuando llegamos.

- Y no solo son buenos, también lo están- dijo África riendo aportando su opinión a la conversación, como no, tan extrovertida como siempre.

Por fin llegamos a la furgo donde Mario nos estaba esperando para ir al hotel. Nos subimos y me senté al lado de África ya que Olivia ya se había sentado al lado de Yago.

África se giró y me susurro al oído:

-Oye Lena ¿has visto a la chica rubia del grupo de los italianos?

-Si, Victoria ¿por qué?- Le pregunté un poco aturdida y sorprendida por la repentina pregunta.

-Pues nada tia que por mi, le haría lo que fuese vamos, ¿tu crees que se hospedaran en el mismo hotel que nosotros? porque alomejor me presento, ya sabes a lo que me refiero. Dijo riendo mientras me levantaba las cejas.

-Pues la razón te la doy, la chica está muy bien- Dije riéndome ante las declaraciones de mi amiga.

Mientras ella me contaba cómo se introduciría a la chica de cabello rubio yo me quedé pensando en el azabache, la verdad es que no me hacía especial ilusión volver a cruzarme con él si cada vez me iba a poner así, aunque el chico fuera atractivo y me intrigaba, al fin y al cabo, debía entender que era la competencia.

Después de seguir conversando con África, por fin llegamos al hotel donde nos alojábamos, el "Rotterdam Marriott Hotel" la verdad es que me encanta este hotel. Es precioso.