Un beso con sabor a durazno [Vittale #2]

Capítulo doce.

SOPA CUTRE.

Noviembre, Manhattan, 2014.

Presioné reproducir y su voz envolvió la habitación.

<<—¡Aléjate ganso malnacido! —Massimo colgaba del árbol del zoológico en Los Hamptoms luego de haber tratado de cargar uno de los patitos. —¡Roma ayúdame!

—No lo creo —respondió mi amiga desternillándose de la risa al igual que yo>>

El video acabó, y volví a la realidad aún recordando los momentos en los que fui tan feliz con Massimo y en los que él estuvo allí para evitar que me derrumbase. El amor puede sanar, otra de las muchas cosas que aprendí con él.

Resoplé en voz alta, menuda cursilada había pensado. Guardé el móvil en la mochila cuando la primera persona entró en el salón; luego de llegar al acuerdo con Scott de que aceptaría las clases particulares, me decidí por ponerle esfuerzo a la cosa. Era la primera alma en el aula a las ocho de la mañana.

Miré a mi alrededor golpeteando con los dedos mientras esperaba que la sala se llenara lentamente. Me sentía como una niña de primaria en su primer día de clases; deseosa por tomar apuntes organizados, casi por hacer tareas. Estúpido, lo sé, pero que puedo decir, siempre fui medio rarita.

—Venga, me alegra ver que ya hay varios acá —Scott me regaló un sonrisa ladeada, apenas entró en la habitación haciéndome bajar la cabeza inmediatamente repentinamente sonrojada. Madre mía ¿Qué está pasando?

Saqué el cuaderno de mi mochila respirando profundamente, un bolígrafo y me enderecé como si nada hubiese pasado. Como si no se me hubiese apretado la tripa ni erizado de piel. No, esas reacciones era exclusivas de y para Massimo.

—Empezaremos con política —explicó Scott mientras analizaba el libro que siempre traía con él. Se había puesto una gafas negras de montura y su cabello estaba todo desordenado, como si lo hubiese removido varias veces. —Bien —se sacó las gafas en movimiento continuo y sostuvo el pesado tomo con su otro brazo, provocando que se le marcasen varias venas —Tiren ideas ¿Qué saben sobre ella?

—¿Es la organización de una sociedad? —respondió una chica alzando la mano.

—Perfecto ¿Qué más? —nadie más habló, él recorrió la sala con la mirada mientras alzaba una ceja —¿Nada? ¿De verdad? Vale, vamos por el principio.  La política es una dimensión de la vida en sociedad que tiene que ver con su organización y administración, como dijo Liana. Es una dimensión en que los seres humanos se desarrollan y relacionan en sociedad. ¿Por qué creen que comenzó? ¿Por qué se necesitaría una organización?

Ya, esto no era lo mío. Varias manos se levantaron, pero por supuesto, la mía no. Podría memorizar mil presidentes, explicarte leyes y recitar toda una constitución. Inferir no era mi fuerte y la política tampoco, me gustaba, pero no se me daba naturalmente.