Capítulo 30

955 67 53
                                    

Trago duro mirando hacia ambos lados. Los brazos de luke están sujetandome como si yo fuera a escaparme en algún momento de esta situación. Manteniéndome presa entre su cuerpo.

Sea lo que sea que vaya a ocurrir me tiene nerviosa. Lo último que quiero que suceda es que Julie me ataque en un arranque de celos toda enloquecida, recriminandome que le quité al amor de su vida.

La rizada espera una respuesta por parte de luke, puedo sentir su mirada en nosotros. No solamente la de ella, sino la de todos, hasta la del conserje que está con su escoba en mano admirando la escena.

—¿Luke?—insiste ella.

—Quiero que todos sepan que Astrid es mi novia—habla en voz alta.

—¿Lo dices de verdad?—pregunta sin creérselo con voz quebrada.

Luke me suelta para voltearse. Yo continuo en mi misma posición, siento un poco de temor para enfrentarme a todas las miradas, con la del conserje me basta.

—Sí, es mi novia y la quiero.

Festejo en mi interior con fuegos artificiales imaginarios. Casi estoy que salto de la alegría.

Los pasos de julie se hacen mas cercanos y pasa por mi lado, chocando su hombro con el mío. Sale de la cafetería como si fuera un huracán arrasando todo a su paso. Sé que está molesta y dolida.

—Bueno ¿y ustedes que están mirando? Continúen su almuerzo o sigan con lo suyo—dice willie.

Tan pronto que termina de decir eso el ruido se hace presente. Cierro mis ojos por unos instantes y al abrirlos sigo mi camino, necesito salir de este lugar lo más pronto posible.

—Astrid, espérame.

Luke toma mi mano con seguridad y ambos caminamos por los pasillos, directo hacia el gimnasio. Seguramente ahora se siente aliviado de poder tomar mi mano en publico, ya no hace falta ocultarnos para poder darnos un beso en el instituto.

Una vez que llegamos nos sentamos en las gradas. Lo miro y hago una mueca.

—¿Qué piensas respecto a julie?

Posa su mirada sobre mí. Sus ojos destellan tristeza cuando menciono su nombre.

—Si es cierto que ella y flynn lo han hecho entonces debe haber alguna explicación lógica para eso.

Asiento.

—De todas formas le debe una explicación a Alex. Lo que hizo estuvo muy mal—añado.

—Si, opino lo mismo—me regala una sonrisa y toca la punta de mi nariz con su pulgar.

Alex me invitó a su casa para poder hablar tranquilamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alex me invitó a su casa para poder hablar tranquilamente. Así que ahora estamos en su habitación con un pote de helado cada uno y la radio de fondo en un volumen bajo.

Iridescence | Julie and the Phantoms✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora