Capítulo 31

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Froto mis manos sudorosas contra la tela de mi jean. Me siento pequeña ante la grandeza de este lugar y el letrero del Hollywood Ghost Club que se alza a lo alto.

Ahora entiendo por qué dicen que entrar aquí es como entrar al paraíso.

Mi madre observa con atención todo a su alrededor, ella vino conmigo para escuchar la propuesta de Caleb. Según ella como aún soy menor de edad, alguien mayor se tiene que hacer cargo de esto.

-Por favor, vengan por aquí-nos indica una amable secretaria. Nos recibió gustosa cuando llegamos, tiene un porte de elegancia y su voz transmite paz.

Mi madre me da una mirada de orgullo y vuelve a mirar hacia al frente. Tal vez en su cabeza está procesando que pronto cantaré aquí y que estoy cumpliendo el sueño que tanto anhelaba cumplir de pequeña.

Y a mí me pone contenta compartir esto con ella. Ha sido la primera en apoyarme junto a mi padre, ambos confiaron en mí y me dieron alas para volar hasta un objetivo que se veía casi inalcanzable.

La joven da tres toques a la puerta y luego la abre. Caleb está sentado detrás del escritorio, leyendo unos papeles. Lleva el mismo traje de siempre, solo que esta vez está todo vestido de negro.
Levanta su mirada y nos hace señas para que pasemos.

Al entrar detallo con intriga la gran habitación. Hay varios trofeos dorados en forma de guitarra y también cuadros dispersos por la pared. Una estantería llena de botellas de whisky y vino está ubicada en una esquina, mientras que encima de esta cuelgan varias copas.

Siento mucha envidia por esa estantería, si yo la tuviera seguramente acomodaría mis libros.

-Oh, bienvenidas-se levanta y se acerca hacia nosotras. Le tiende la mano a mi madre-soy Caleb Covington, el dueño de este lugar.

Mi madre estrecha su mano.

-Soy Rebecca Hamilton, la madre de Astrid. Es un gusto estar aquí señor Covington.

-El gusto es mío, su hija tiene una maravillosa voz-me mira ofreciéndome su mano y sonrío estrechandola.

-Hola Caleb, aprecio tus palabras.

-Por favor, tomen asiento. No se queden allí de pie.

Nos sentamos en las sillas delante de su escritorio. Son cómodas y hasta se puede girar en ellas, lástima que no lo haré porque voy a pasar vergüenza.

-Muy bien. El día de hoy vamos a acordar las pautas para que te presentes aquí. Quiero que sepas que estamos esperando con ansias poder oírte y que para nosotros es un gusto que te presentes en el Hollywood Ghost Club, vamos a brindarte todo lo que sea necesario para que te sientas cómoda y que tu experiencia sea inolvidable.

Juego con mis manos. Mi pierna no ha parado de moverse y siento que no voy a poder dejar de hacerlo hasta que salga de esta habitación.

-Se siente grandioso escuchar eso de su parte, creí que jamás iba a tener una oportunidad como esta. Realmente estoy agradecida por haberme escogido.

-No me agradezcas a mí, debes agradecerle a la voz magnífica que tienes-sonríe y eleva una de sus cejas.

Mi madre ríe.

-Sí, es cierto-digo sonrojada.

Caleb coloca dos hojas en la mesa y mi madre las toma para leer con atención. Confío en que ella leerá hasta la última letra chica del contrato.

-De acuerdo. La fecha depende de tu elección para el show: podrás cantar tres canciones propias, para eso necesitamos que las escribas y si ya las tienes entonces es perfecto para adelantarnos. Tendrás la oportunidad de venir a grabar a nuestro estudio, te brindaremos toda la ayuda posible para que quedes satisfecha y también te promocionaremos en nuestras redes sociales, es importante que sepas que estamos comprometidos a facilitarte y darte las herramientas necesarias para ti, así que esperamos el mismo compromiso de tu parte.

Iridescence | Julie and the Phantoms✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora