Capítulo 41

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—Astrid, Astrid—chilla Luna—Sunset Curve... están aquí ¿crees que ellos podrán autografiar mi cuaderno?

—Seguro lo harán—respondo sintiéndome un poco incómoda y peino mi cabello.

La entrada esta repleta de personas ansiosas por conocer a la banda.

Doy los pasos necesarios para acortar la distancia y me detengo frente a la puerta de color gris.
Batallo en mi interior y pongo la mejor sonrisa que tengo. Siento los bordes de mi comisura temblar, pero me esfuerzo para no dejar ningún rasgo de debilidad a la vista.

Paso mis manos por mi falda y luego coloco mi mano sobre la perilla.

La abro y lo primero que recibo es el olor a café que inunda mis fosas nasales. La mesa en esta sala de reuniones es larga y de madera. Esta sala se suele usar para ocasiones especiales, ya que tiene una decoración bonita y es más cómoda.

Del lado izquierdo cerca de la punta está sentado Reggie, lleva puesta una chaqueta negra de cuero y un pantalón de vestir. Tiene las piernas ligeramente abiertas y juega con los anillos colocados en su mano.
Frente a él se encuentra Alex, este tiene una musculosa verde y unos jeans claritos. Sus brazos se ven más trabajados y tiene un piercing en su labio inferior.
Luke está sentado tres asientos más atrás que ellos y tiene una remera negra con la palabra "Los Ángeles" escrita en el medio.

Hay un hombre que se ve de unos treinta años escribiendo en su móvil, tiene su cabeza inclinada.

—Hola, buenos días—hablo llamando la atención de ellos.

Todos me miran. Siento mis piernas temblar y me acerco uno por uno haciendo resonar mis zapatos, para darles un apretón de mano.

—Hola señorita Hamilton. Es un gusto conocerla—el hombre se levanta y estrecha mi mano—mi nombre es Tadeus y soy el representante de Sunset Curve.

—Mucho gusto en conocerlo. Gracias por haber aceptado nuestra propuesta, esperamos una próspera colaboración—le regalo mi mejor sonrisa.

Camino hacia Alex, el rubio se levanta y estrecha mi mano con alegría.

Se ve tan cambiado. Todos se ven cambiados.

—Hola Astrid, que bueno volver a verte—dice.

—Digo lo mismo—le doy un ligero apretón y camino hacia Reggie.

—Astridcienta—me guiña el ojo y brinca de su asiento para saludarme.

—Qué molesto que sigues siendo—bromeo.

Camino hacia Luke. El castaño está mirando sus uñas con desinterés.

—Hola—digo y estiro mi mano.

No obtengo ninguna respuesta suya. Me deja allí con la mano en el aire, ni siquiera se dignó a mirarme.

Trago duro y retiro mi mano sintiéndome incómoda. En el aire se siente casi lo mismo.

Camino hasta la punta de la mesa y tomo asiento, acomodando algunos papeles para distraer mi mente de lo que acaba de pasar hace unos segundos.

—Disculpen ¿ustedes ya se conocen?

Ante la pregunta de Tadeus, abro mi boca para responder, pero Reggie se me adelanta.

—Es mi hermanastra y fuimos juntos el último año de secundaria. Tambien cantamos en un escenario...

—Wow vaya sorpresa. El mundo sí que es pequeño—dice el hombre.

—¿Podemos comenzar? Tengo cosas más importantes que hacer—habla Luke.

Iridescence | Julie and the Phantoms✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora