Capítulo 33

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Tiro del brazo de Reggie arrastrandolo hasta la entrada del orfanato. Luke sostiene los regalos entre sus manos, haciendo malabares para que no se le caigan.

Toco el timbre, esperando que alguna de las señoras nos abra.

—¿Por qué debo usar este traje?—habla exasperado y tira de la tela de su pecho.

—Porque te ofreciste a acompañarnos.

—Pero nunca me dijeron que debía usar este ridículo traje del hombre araña—hace un puchero.

—Deja de quejarte. Te ves bien utilizándolo—dice Luke rodando sus ojos.

La puerta se abre llamando nuestra atención y sonrío.

—Oh, bienvenidos. Pasen, pasen. Ven Luke, deja los regalos en este rincón.

Dejo un beso en la mejilla arrugada de la señora antes de entrar. Observo que están comenzando a decorar y me uno al grupo para escaparme de las quejas de Reggie. Así ha estado todo el camino, como un loro parlanchín repitiendo una y otra vez las mismas palabras. 
En el metro una señora le dio un par de monedas creyendo que estaba pidiendo dinero debido al traje. Fue tanta la risa en ese momento que incluso hasta ahora me sigue doliendo el estómago.

Son las diez de la mañana. Anoche luego de terminar de hablar con Reggie y de asegurarnos de que no haya ningun resentimiento hacia nuestros padres, le ofrecimos pasar un día los cuatro juntos. Alex aún no llega porque se le hizo tarde y también debía bañarse.

—Los niños aún duermen—me informa la de cabello violeta y pelea con las tiras de las guirnaldas que están enredadas.

Me río y me acerco para ayudarla antes de que se quede sin paciencia. Una vez listo nos subimos a una silla para ubicarla arriba del cartel de feliz cumpleaños.

—Con todo este ruido no me sorprendería que ya se hayan despertado.

—Es lo que dije yo—contesta divertida.

—A nuestro Matt le va a encantar que el hombre araña esté en su cumpleaños—Luke se burla de él.

—Sí—dice Reggie con el rostro rojo.

Aún no se acostumbra a la atención que está recibiendo. Incluso ha estado llevando sus manos sobre su entrepierna todo este tiempo.

El castaño se acerca hacia mí y me toma de la cintura.

—Baja de ahí, no quiero que te lastimes.

Me ayuda a bajar de la silla y dejo un beso en la comisura de sus labios.

—Puaj, que pareja de exagerados—murmuran.

Media hora después Alex llega con un regalo entre sus manos y se acerca a nosotros sonriendo muy felíz.

—Veo que alguien tuvo una noche divertida—dice Reggie y le lanza telarañas imaginarias.

—Veo que estás cumpliendo tu fantasía sexual con ese traje, solamente te falta la chica.

—Uhhhh—decimos en coro.

—Prepara tu trasero, rubio bonito. Porque te lo patearé—dice el bajista comenzando a correr tras el baterista.

Ambos comienzan a correr en círculos por todo el sitio. Pese a los regaños de las señoras ellos hacen oídos sordos y continúan centrados en su mini pelea.

—Debimos dejar que vayan al colegio y no decirles nada—me abraza por detrás.

—No seas malo, ellos son divertidos.

Iridescence | Julie and the Phantoms✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora