Navidad en Hogwarts I

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La fiesta del club de las eminencias era todo un éxito a la vista de su anfitrión quien disfrutaba de la compañía de sus jóvenes promesas. No fue hasta tiempo después que notó la incomodidad que algunos de sus alumnos tenían, la tensión era pesada en el aire y a Horace eso no le gustaba para nada.

James Potter, un as del Quidditch, el buscador más rápido que cualquier casa podría haber tenido; Narcissa Black, una experta duelista y gran estratega; Minerva McGonagall, una animaga registrada que poseía una gran habilidad para las transformaciones; Jessica Potter y Severus Snape, el talento que ambos poseían para las pociones superaba incluso al que él mismo tenía, además, todas las criaturas mágicas parecían ceder a los encantos de la chica. Lo único que le molestaba de sus alumnos era que no se llevaban bien, por alguna razón James molestaba a Severus y eso parecía no agradarle al resto del grupo, quienes decidieron enajenarlo. Incluso Minerva, quien pertenecía a la misma casa que el muchacho Potter, veía con desapruebo sus acciones.

No importaba cuanto intentara el profesor que sus jóvenes promesas se llevaran bien, el resultado siempre era el mismo. Para no arruinar la fiesta optó por separar al grupo, llevando al Potter menor por un lado mientras que su hermana permanecía disfrutando con sus amigos. Entró a una pequeña oficina seguido del muchacho y se sentó en uno de los sofás que allí había antes de invitarlo a hacer lo mismo para poder hablar.

- James ¿Puedo saber que es lo que ocurre? Tu no te comportas así usualmente y no creo que Severus merezca ser tratado de aquella manera

- Usted no lo entiende, profesor. Yo sé que él no la quiere realmente, sólo la usa para llegar a Lily, pero ella ya está conmigo.

- Ah, si, la señorita Evans. Pero, si no mal recuerdo, ellos fueron amigos mucho tiempo de que ella saliera contigo ¿No es así? ¿No crees que si Severus realmente hubiera tenido intenciones con Lily, lo habría intentado entonces?

Potter asintió, comprendiendo a lo que el profesor se refería, aún no estaba del todo convencido. Slughorn comprendía perfectamente los sentimientos de su alumno, no debía de ser fácil ver como tu hermana se enamoraba del ex-pretendiente de tu actual pareja, pero tampoco podía alabar sus actos ya que estos solo separaban más a su familia. Ambos volvieron a la fiesta donde todos pudieron notar que el Snape y la Potter restante ya no estaban, por otro lado, Narcissa y Lucius se veían muy melosos bailando una canción lenta.

James sintió como su piel se erizaba al ver a Sirius, quien asintió al notar su mirada, confirmando su mayor temor, su hermana se había ido con Snape. Los dos Gryffindor salieron disparados de aquél cuarto, a pesar de las palabras de Slughorn, el solo imaginar a su hermana en brazos de un Slytherin le causaba repulsión; ambos buscaron casi con desesperación a la chica, deteniéndose al oír un pequeño jadeo, pudo identificar las risitas traviesas que provenían de aquél salón y entraron de golpe listos para atacar al imaginarse lo que habrían estado haciendo. Un silencio sepulcral inundó la habitación, el cual fue interrumpido poco después por la escandalosa risa de Sirius Black.

- ¡Tienes que estar bromeando! ¿En serio te fugas de una fiesta con una chica y lo primero que pasa por tu cabeza es preparar pociones?

James no comprendía lo que estaba pasando, su mejor amigo no podía dejar de reír mientras Severus fruncía el ceño en silencio, su hermana se veía muy molesta, la había cagado en grande esta vez. Vio como la Ravenclaw sacaba su varita para apuntarla hacia ellos mientras se ponía frente al Slytherin y buscó una forma de excusar sus acciones.

- Yo.. Tu ¡Tu estabas jadeando! Te fuiste con él y luego oí tu voz aquí, creímos.. Creímos que te estaba haciendo algo indecente..

Ambos Gryffindor levantaron sus manos al ver a la chica acercarse a ellos mientras los amenazaba, ya no se veía molesta, sino más bien decepcionada de las actitudes de su hermano. Ella bajó su varita mientras negaba suavemente, después de todo, no podía culparlo por ser sobreprotector.

El cuervo y la serpiente - Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora