Luego de aquella pelea Narcissa salió de la habitación sin arrepentimientos, cuando estaban solos Lucius la besaba hasta que le sacaba el aire, la abrazaba como si deseara fusionar sus cuerpos para no tener que dejarla nunca. Pero al estar en público actuaba como si todos esos sentimientos no existieran, había decidido por su propio bien alejarse de Lucius, cosa que no sería nada fácil ya que ella sería quien más dolor iba a sentir.
Por su parte, Lucius no había salido de su cuarto en días, lo que preocupó a todos sus amigos puesto que ese tipo de comportamiento no era normal en el egocéntrico Malfoy. Bellatrix se notaba inquieta, apenas había logrado encontrar personas con las que se sentía cómoda y gracias a su estúpida falta de madurez los estaba perdiendo, en ese momento miró a Sybill quien estaba leyendo un libro de adivinación y se acercó a ella para quitárselo.
- Vamos, Trelawney, ellos no vendrán.
- Pero Bella, apenas los esperamos por dos horas. Además, no tenemos otra cosa que hacer.
Respondió la castaña mientras acomodaba sus lentes, Black suspiró al ver el brillo de esperanza en los ojos de su amiga y asintió brevemente antes de volver a tomar asiento a su lado. Se levantó de golpe al notar a Jessica entrar seguida de Severus, aunque ninguno parecía haber notado la cercanía del otro ya que estaban enfrascados en sus libros. Miró a la chica de lentes que estaba a su lado antes de alejarse sin que esta lo notara y se dirigió al área donde estaban los libros de pociones, con un hechizo rápido logró mover silenciosamente una de las estanterías, formando un callejón sin salida que ninguno de sus amigos notó, y con un Accio se hizo con las varitas de ambos antes de encerrarlos con otra de las enormes estanterías, no fue hasta que ambos escucharon el ruido de algunos libros caer que se dieron cuenta que habían sido encerrados.
Ambos chicos se miraron, sintiendo como sus mejillas tomaban un ligero tono rojizo mientras intentaban tomar sus varitas para salir de allí pero se sorprendieron al notar que estas no estaban. Comenzaron a gritar por ayuda sin saber que la mayor de las Black había sido más lista, hechizando su pequeña celda con un encantamiento de silencio, tenía la esperanza de que ellos arreglarían las cosas si estaban juntos algunos minutos.
Al poco tiempo ambos chicos se cansaron, notando que pedir ayuda no tenía caso y fue entonces que decidieron sentarse a esperar para ya no forzar sus gargantas. Severus daba miradas fugaces a Jessica, quien solo se limitaba a ocultar su rostro avergonzado detrás de uno de los tantos libros de las estanterías, ambos extrañaban al otro horriblemente pero temían que, de acercarse, el contario les repudiara.
- Jessica...
Mencionó el chico mientras se acercaba a gatas a Potter, quien al principio se negaba a bajar su libro, finalmente lo hizo, sintiendo los labios de Snape sobre los propios. El sentimiento de sorpresa fue reemplazado instantáneamente por una inmensa alegría y con gusto correspondió al beso del Slytherin mientras dejaba el libro a un lado, ambos se abrazaron mientras continuaban moviendo sus labios contra los del otro, separándose únicamente cuando se quedaron sin aire.
- Yo.. Creí que no te gustaba.
Confesó ella bajando ligeramente su mirada estando sonrojada, él tomó su mentón para mirarla a los ojos con una sonrisa suave en su rostro y le dio otro corto beso antes de responder.
- Me has gustado desde la primera vez que te vi. No quiero que vuelvas a alejarte de mi y mucho menos a bajar la cabeza, eres una princesa, debes tenerla siempre en alto.
Ambos se sonrojaron más por aquellas cursis palabras y comenzaron otra ronda de besos mientras se aferraban al otro, no se dieron cuenta cuando las estanterías volvieron a su lugar por lo que la señora Pince carraspeó para que ellos notaran su presencia. Sybill se había dado cuenta de la jugarreta de Bellatrix y había pedido ayuda a la bibliotecaria para deshacer aquella broma sin culpar a su amiga.
Severus fue el primero en levantarse, ofreciendo su mano a la chica para que hiciera lo mismo mientras sus amigas sonreían ampliamente, ya habían reconciliado a una pareja, ahora solo faltaba la más difícil.
- Bien, si nos apresuramos podemos hacer el intercambio de regalos pronto, aunque aún sigue siendo tres días tarde.
Comentó Black mientras anotaba las ideas de sus amigos en un cuaderno, Severus trataba de buscar una manera de sacar a Lucius de su cuarto mientras dejaba suaves caricias en las caderas de Potter, y la Ravenclaw buscaba una manera de que su amiga dejara de estar molesta con Malfoy mientras se acurrucaba en el pecho del Slytherin quien se removió un poco para captar la atención de las chicas y así poder hablar.
- Bien, este es el plan.
Como siempre, Severus Snape había demostrado su gran inteligencia, las chicas habían seguido sus palabras al pie de la letra logrando que Narcissa y Lucius se encontraran frente a la enfermería, la menor de las Black miraba atónita al rubio ya que sus amigas le habían mentido diciendo que una criatura del bosque prohibido lo había herido. Mientras que el Malfoy solo pudo correr hacia ella y abrazarla con fuerza mientras trataba de frenar sus lágrimas de alegría, su mejor amigo le había mentido de la misma manera.
- Fui un tonto, Cissy. Todo lo que me dijiste... Tenías razón, te prometo que ya no ocultaré nada, todo el mundo sabrá que eres la futura señora Malfoy.
Y dicho esto puso uno de sus anillos en el dedo anular de la contraria quien asentía mientras secaba sus lagrimas de felicidad, ambos se unieron en un profundo beso mientras se disculpaban el uno con el otro por todos los errores que habían cometido en el pasado. El resto del grupo, por su parte, los miraba con atención hasta que Bellatrix los interrumpió con un grito.
- ¡Dejen de chuparse la saliva y denme mis regalos!
Ambos Slytherin se separaron sin poder evitar reír por la actitud de la mayor y asintieron acordando encontrarse en su mesa de siempre antes de alejarse. No les tomó mucho tiempo buscar las cosas que habían comprado para sus amigos por lo que en menos de una hora ya todos estaban en su mesa de siempre de la biblioteca, la señora Pince no dijo nada al respecto pero se veía feliz de que aquél grupo volviera a estar unido.
Lucius fue el primero en repartir sus regalos: Dando a tres de sus amigos los libros que sabía que tanto deseaban. A Sybill una edición especial de adivinación, a Jessica una enciclopedia muy completa de criaturas mágicas y a Severus un manual de pociones avanzadas, prosiguió con su futura cuñada a quien le regaló un brazalete de plata y finalmente Narcissa a quien le entregó un anillo de oro como promesa de su boda futura.
La siguiente en repartir sus regalos fue Bella, dando a todos sus amigos lo mismo, dagas de diferentes colores que representaban la personalidad de cada uno. La de Severus era negra teniendo sus iniciales grabadas en plata que representaban la pequeña luz que brillaba en su alma rota, las de Lucius y Narcissa eran verdes con sus iniciales grabadas en dorado lo que resaltaba su lealtad y elegancia, la de Sybill era una mezcla de tonalidades violáceas y su nombre estaba grabado en blanco para resaltar su excentricidad, y la de Jessica era azul oscuro con sus iniciales grabadas en plata, demostrando la luz de su alma resaltar junto con su enorme lealtad.
El turno de Sybill llegó, quien se veía muy avergonzada puesto que sus regalos no eran nada costosos, había echo ella misma unas pulseras de la amistad que todos se pusieron al momento de tenerlas, estas eran de un color negro neutro y contenían pequeños dijes con las iniciales de todos.
Jessica suspiró suavemente al momento de repartir sus regalos, había elegido cuidadosamente cada uno de ellos. Para Lucius un nuevo anillo de plata con una gema verde que resaltaba por su tonalidad única, para Narcissa un collar a juego con el anillo de su pareja, para Bellatrix una pequeña corona dorada que provocó que se emocionara enormemente mientras que Sybill recibía una igual pero en tono plateado. Finalmente, se volteó a mirar a Severus, entregándole una pluma nueva, pero no era una pluma cualquiera, sino una vuelapluma de color verde oscuro con detalles en tonos plata que lo ayudaría a tomar sus notas de pociones sin necesidad de que él dejara de trabajar.
Severus miró todos los regalos que sus amigos le habían entregado y sonrió, él no tenía mucho para darles, por lo que sacó de una pequeña caja varias dosis de la poción Félix Felicis para entregárselas, todos sonrieron por el detalle sabiendo que les será muy útil para los exámenes que vendrían.
Las vacaciones de navidad pronto llegaron a su fin, el ciclo escolar comenzaba de nuevo y con él habían regresado sus más grandes problemas: Los merodeadores.
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El cuervo y la serpiente - Severus Snape
FanfictionAño 1976, Jessica Potter, hermana gemela de James, fue transferida desde Beauxbatons a Hogwarts ya que había sido expulsada de la primera por hacer hechizos prohibidos dentro de los terrenos del colegio. Su hermano, confiado de que sería una Gryffin...