Consecuencias

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El silencio reinaba en la mansión Malfoy, el señor tenebroso había citado a sus mortífagos más leales para estudiar el fallo de su plan anterior. Todos parecían de acuerdo al culpar a la ineptitud de Quirrel para seguir instrucciones, sin embargo, uno de ellos difirió. Bartemius Crouch Jr había entrado a la sala, mirando a todos en la mesa mientras tomaba asiento junto a un pelinegro malhumorado.

- Tu hija también estaba ahí ¿No es así, Severus? ¿Cómo es que no demostró su lealtad a la causa?

- Mi hija es una niña apenas ¿Cómo podría ella ser capaz de arruinar los planes de nuestro señor?

- No podemos subestimarla, después de todo, es una Potter también.

Los murmullos en la sala comenzaron a oírse, siendo Bellatrix la primera en levantarse mientras daba un golpe en la mesa antes de hablar.

- ¿Cómo te atreves, Crouch? Euphemia fue criada por nosotros, ha vivido toda su vida aprendiendo como debe actuar, ella jamás podría siquiera pensar en traicionarnos.

- No olvides, Bella querida, que ella también ha sido criada por esos asquerosos traidores de la sangre, los amigos de la sangre sucia ¿Quién sabe que le han metido en la cabeza?

- Pues, nuestra única opción por el momento es preguntarle y ya que tú eres quien la está acusando, tu lo harás.

El nerviosismo invadió el cuerpo de Crouch mientras tragaba saliva, sabía que era muy probable que aquella niña heredara los poderes de su madre y había tenido la desgracia de enfrentarse a Jessica en años anteriores por haber intentado ligar a Severus. Sin embargo, no podía echarse atrás, no deseaba quedar como un cobarde y mucho menos que la memoria de Quirinus fuera mancillada al ser culpado de esa manera ya que, aunque nadie lo sabía, ambos habían estado muy enamorados.

Unas horas más tarde la muchacha llegó a la mansión siendo seguida por los gemelos, para su suerte las vacaciones de verano habían comenzado pero realmente no esperaba que sus días de descanso se vieran interrumpidos por un estúpido juicio. Se cruzó de brazos en cuanto vio a todos los presentes y se sentó frente a su juez, quien veía a su pequeña lechuza con recelo.

- Euphemia Potter Snape ¿Sabes porqué has sido llamada?

- Primero que nada, yo no soy una Potter. Mi madre era una Malfoy, por lo tanto ese es el apellido que yo voy a llevar junto al de mi padre. Y segundo, por supuesto, la inseguridad de un idiota lo hace creer que estoy ayudando a Harry Potter, cosa que no comprendo. Yo misma me aseguré de darle a Quirrel la delantera en cada una de las pruebas e incluso lo dejé a solas con Potter para que él pudiera destruirlo. Considero este juicio como una excusa desesperada de limpiar el nombre de un inepto.

Crouch frunció el ceño al oír sus palabras y apretó los puños mientras se levantaba, apuntando uno de sus dedos a la castaña que estaba frente a él. Ya no le importaba que se supiera su secreto, tampoco las consecuencias que podría tener el atacar a aquella niña, deseaba que admitiera la culpa para que su pareja pudiera descansar en paz.

- ¡No puedes mentir! ¡Admite que nunca has sido leal a nuestro señor!

- Me niego a decir mentiras sólo porque no puedes ocultar que tu novio era un imbécil.

En ese momento el hombre tomó a la chica por el cuello, siendo atacado por las serpientes de los gemelos quienes se enroscaron alrededor de su clavícula mientras mostraban sus colmillos de forma amenazadora. No solo los animales de la mansión se pusieron en alerta, sino también los mismos mortífagos, quienes habían apuntado sus varitas a Crouch para evitar que este cometiera una locura.

El cuervo y la serpiente - Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora