- El profesor Quirrel es de mis favoritos, es incluso más agradable que McGonagall.
- No deberías acercarte tanto a él, Harry, sé porqué lo digo.
- Oh, vamos Phemi. Tu padre es más amenazante que él, hablando de eso ¿Me ayudarías con mi tarea de pociones?
- ¿Estás bromeando?
La castaña no pudo resistir la mirada de cachorro en apuros que su primo le mostraba y, a pesar de ir en contra de todo lo que su padre le había enseñado, accedió a prestarle a Potter sus apuntes. Se habían vuelto inmediatamente cercanos, cosa que extrañaba a todo el mundo por el pasado que sus padres habían tenido; fue difícil el día que Harry se enteró de aquella noticia, incluso pasó bastante tiempo antes de hablar con Euphemia de nuevo pero, gracias a la explicación de Severus, supo que su tía era inocente.
Al terminar su hora libre ambos se dirigieron a sus clases, encontrándose con Ron y Draco en el camino quienes habían comenzado a llevarse bien después de haber sido castigados juntos e incluso planeaban su próxima broma de venganza en contra de la rubia que les había dejado el cabello de colores. Los tres muchachos acompañaron a la castaña a su salón y se dirigieron al propio, riendo al oír el regaño que el profesor de pociones le daba a Potter.
- Señor Potter, conozco muy bien el nivel de inteligencia que mi hija posee comparado al suyo ¿Realmente piensa que voy a tomar este trabajo como suyo? Que esta sea una lección para todos, en esta escuela no toleramos a los tramposos, a los que copian, a los que mienten. Diez puntos menos para Gryffindor.
Los miembros de la casa del león arrojaron pequeños trozos de papel al chico de la cicatriz, su holgazanería les había costado puntos para la copa de las casas y no podían dejarlo pasar. Lo que no sabían era que Potter había pasado la noche ayudando a Hagrid con un grave problema, algo estaba atacando a las criaturas del bosque prohibido, muchos unicornios habían muerto y el mitad-gigante estaba preocupado de que más animales salieran heridos.
En cuanto las clases terminaron el castaño reunió a su grupo de amigos en la biblioteca, con la esperanza de que ellos le dieran una mano con el inconveniente, sabían que sería peligroso pero aún así la mayoría de ellos aceptó.
- Entrar al bosque prohibido es suicida, Potter. Apenas conoces los encantamientos básicos de defensa, los cuales no son nada contra esas bestias ¿Crees que siquiera tendrás oportunidad de defenderte si alguna de ellas te ataca?
- Sé que no, pero para eso vendrás conmigo ¿No decías que eras el mejor duelista de la escuela, Draco?
- No uses mis palabras en mi contra, además, todos sabemos que hay solo una persona que es mejor que yo en eso.
Todos guardaron silencio antes de ver a Euphemia y Lyra llegar, sabían a la perfección que, si una de ellas se negaba a acompañarlos, la otra tampoco iría por lo que decidieron aprovecharse de la tentación que la rubia tenía hacia lo prohibido. Draco dirigió una corta mirada a Potter, quien asintió ligeramente al comprender el plan a seguir y, en cuanto ambas chicas se sentaron, lanzó la carnada y esperó a que ambas chicas picaran el anzuelo.
- Oigan ¿No sería genial entrar al bosque prohibido? Sería muy divertido.
- Se llama ''Bosque prohibido'', Harry ¿Qué parte de eso te dice que tienes permitido entrar allí?
- Oh, sé que está prohibido, Phemi. Pero eso solo le agregaría más diversión, además ¿No te hacían falta algunos ingredientes para pociones que podías encontrar allí? Imagina lo agradecido que estaría tu padre si le consigues unas buenas alas de hada, le ahorrarías mucho trabajo.
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El cuervo y la serpiente - Severus Snape
FanfictionAño 1976, Jessica Potter, hermana gemela de James, fue transferida desde Beauxbatons a Hogwarts ya que había sido expulsada de la primera por hacer hechizos prohibidos dentro de los terrenos del colegio. Su hermano, confiado de que sería una Gryffin...