Varias semanas pasaron desde que el grupo llegó a casa de los Potter y, por primera vez en mucho tiempo, Lucius Malfoy, Severus Snape y las hermanas Black se sintieron como niños de verdad. Contrario a sus hogares llenos de estrictas reglas, gritos o violencia, los Potter les proporcionaban una atmosfera segura donde podían ser ellos mismos sin miedo ser criticados o regañados por ello, les habían otorgado un lugar al que podían llamar hogar y una gran confianza, al punto de confesarles respecto a su misión.
Euphemia Potter lloró esa noche, abrazando a aquellos niños que habían sido condenados a tan cruel destino, a sabiendas de que era necesario y no había vuelta atrás. Fleamont, por su parte, contuvo sus sentimientos, entendiendo que ellos necesitaban sentirse seguros del futuro que les aguardaba, sabía que Dumbledore era una persona muy inteligente y comprendía el porqué tomó esa decisión, aquellos niños no sólo eran valientes sino que también parecían muy confiables.
Contrario a lo que los adolescentes pensaban, la familia Potter les otorgó su apoyo incondicional, asegurándose de otorgarles la confianza necesaria para poder seguir adelante con su misión y, después de una larga charla en la cual les repitieron varias veces que podían buscarlos en caso de que algo malo ocurriera, los dejaron seguir pasando su verano de una forma tranquila.
El día continuó con calma y, al ya no soportar el calor, el grupo decidió que pasarían el resto de la tarde en el lago. Prepararon sus cosas junto con una pequeña canasta de botanas y salieron en dirección a su guarida en los árboles, no notaron que los merodeadores habían regresado hasta que sintieron las piedras golpearlos, James gritaba insultos a los cuatro vientos mientras Sirius y Peter seguían aventando rocas al grupo que acababa de asentar su picnic junto al agua.
Lucius, al ya ser mayor de edad, usó un hechizo de protección para frenar los ataques mientras que Jessica usaba algunas pociones de sanación para ayudar a Sybill, quien había salido muy herida ya que sus lentes habían sido destrozados, esparciendo los cristales por todos lados y provocando algunos rasguños en su rostro.
Euphemia Potter se acercó al lago al oír los gritos de su hija llamándola, horrorizada al ver a aquellos chicos atacándola.
- ¡JAMES POTTER!
Los merodeadores soltaron los proyectiles en cuanto oyeron la voz conocida de la mujer, quien los veía con una mezcla de molestia y decepción en su mirada, no podía creer que aquellos niños que habían estado junto a ella toda su vida se comportaran de esa forma con alguien más. Luego recordó las cientos de cartas que Dumbledore les había enviado durante la estancia de su hijo en Hogwarts, cartas que no quiso creer después de oír las excusas de su hijo para justificar sus acciones, poco a poco comenzó a atar cabos, comprendiendo que aquél chico que James tanto había herido en el pasado era Severus Snape.
- Los cuatro, a casa, ahora mismo.
- ¡Pero, mamá!
- Nada de peros, jovencito. Yo no te crié así, James, estoy muy decepcionada. Ahora vayan adentro y, tal vez, no le cuente de este incidente a tu padre.
Los cuatro chicos la obedecieron, apresurándose a entrar a la casa al oír que tenían la esperanza de no ser castigados, sin embargo, no se salvarían del sermón que Euphemia iba a darles. Una vez solos de nuevo, la pequeña secta decidió olvidar el pasado y seguir disfrutando de su día después de que Lucius reparara los lentes de Sybill.
- Vamos, Sev ¡Puedes ganarle!
Las chicas alentaban efusivamente a los chicos, quienes acababan de aprender a nadar y ya estaban enfrascados en una competencia para ver quien llegaba primero al otro lado del lago; al llegar a la mitad del camino ambos se cansaron y terminaron flotando un rato para descansar mientras cerraban sus ojos para relajarse.
ESTÁS LEYENDO
El cuervo y la serpiente - Severus Snape
FanfictionAño 1976, Jessica Potter, hermana gemela de James, fue transferida desde Beauxbatons a Hogwarts ya que había sido expulsada de la primera por hacer hechizos prohibidos dentro de los terrenos del colegio. Su hermano, confiado de que sería una Gryffin...