El cuervo y la serpiente - Severus Snape

Escapando de la muerte

Ryddle se posicionó frente a la gran escultura que estaba presente, la cual estaba echa de piedra representando la cabeza de Salazar, y abrió su boca para dar una orden. Todos parecían sorprendidos al oírlo hablar en parsel, logrando comprender que estaban en presencia del heredero de Slytherin. La boca de dicha estatua se abrió, dejando ver a a la enorme criatura salir de su interior quien miraba al grupo con desprecio mientras acataba las instrucciones que su amo le había dado, acabar con los Harry Potter y compañía.

El basilisco se abalanzó contra el castaño, comenzando a perseguirlo por la habitación; al notar las intenciones del pelinegro, los gemelos comenzaron a llamar la atención del animal lanzándole distintos hechizos para distraerlo y provocando que la criatura se alejara de Potter al notar las agresiones, acercándose al par de rubios que lo habían atacado. Euphemia, preocupada por sus amigos, no pudo evitar pedir ayuda a los animales que se encontraban cerca del lugar, Fawkes fue el primero en llegar, atacando directamente los ojos de la enorme serpiente para cegarlo mientras Aragog se abría paso por las alcantarillas llevando a Hagrid con él.

El guardabosques bajó del lomo de la acromántula cargando un antiguo sombrero y causando que el pelinegro de burlara de él entre risas.

- ¿Esta es la ayuda que conseguiste, Potter? Un puñado de niños sin talento, dos mestizos, una sangre sucia y una patética araña. ¿Crees que será suficiente para detenerme?

- No subestimes a mis amigos, Tom. Puede que no seamos magos expertos en maleficios como lo son tus mortifagos, sin embargo, tenemos algunos trucos que ni siquiera tú podrías imitar.

Ryddle mostró una expresión de molestia al oír las palabras del castaño, ordenando a la criatura atacar, sin embargo, esta fue detenida por Hagrid quien no dudó en sacar de la prenda que había traído la mítica espada de Godric Gryffindor, dando final a la criatura antes de que esta pudiera atacar a los menores. El pelinegro observó al basilisco caer antes de lanzar una mirada de desprecio hacia el guardabosques, quien permitía que el ejército de arácnidos devorara a aquella criatura. 

Euphemia corrió hacia el cadáver del animal, arrancando uno de sus colmillos antes de sacar el diario que había estado guardando, nadie comprendió lo que hacía hasta que Tom intentó detenerla, amenazándola con la varita que había tomado de la pelirroja; ella se detuvo en ese momento, apretando los dientes mientras mantenía su mirada en el contrario, no tenía otra opción. La castaña levantó el colmillo al mismo momento que el pelinegro lanzaba la maldición asesina hacia ella, todos aguantaron la respiración al oírlo, intentando apartar a la chica del camino pero solo uno estaba lo suficientemente cerca para ayudarla.

El recuerdo de Ryddle desapareció con un grito de derrota mientras Snape caía al suelo, al llegar a ella Draco la tomó en sus brazos, sollozando con alivio al verla abrir los ojos. No fue hasta que oyeron a Hagrid gritar que notaron lo que había pasado, Aragog se había sacrificado para salvarla; la pelinegra se levantó rápidamente para correr hacia el arácnido con lágrimas en los ojos, acariciando con cuidado su cabeza mientras lo veía retraer sus patas.

El final del año escolar llegó rápidamente después de eso, todo Hogwarts rindió homenaje a la la acromántula, tomando su sacrificio como ejemplo para el heroísmo y enterrándola en los terrenos de la escuela mientras que la zona del bosque prohibido donde estaba su cueva había sido declarada por el ministerio de magia como una zona protegida para la crianza de acromántulas, mostrando así un agradecimiento por el sacrificio de Aragog al enfrentarse al basilisco.

Ginny, al igual que quienes habían sido petrificados, se había recuperado por completo del ataque, estando sumamente agradecida con sus amigos y disponiéndose a ayudarlos a pesar de las cientos de advertencias que su hermano le había dado al respecto, por lo que fue invitada a la última reunión del grupo para planear su siguiente movimiento.