Séptimo año

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Durante su último año en Hogwarts la pequeña secta se concentró en recolectar los materiales necesarios para preparar el ritual que convertiría a su amiga en un animal, lo primero en la lista fue una hoja de mandrágora, la cual Jess debió meter en su boca durante una noche de luna llena y mantenerla allí un mes entero. Aquél proceso fue muy complicado ya que requería de mucha planeación y una gran concentración, cada ingrediente para la poción debía cumplir con un proceso específico para que esta funcione y debe ser ingerida durante una tormenta eléctrica que caiga en noche de luna llena.

Gracias al director fue sencillo para el grupo cumplir con los requisitos de la poción aunque ninguno parecía del todo convencido al respecto, los adolescentes se encontraban sumamente nerviosos por los efectos secundarios de aquél hechizo, temían por el bienestar de su amiga, sin embargo, Jess se encontraba dispuesta a llegar al final de la transformación y no temía recordárselos cada vez que cuestionaban el proceso.

- Para convertirse en Animago  se necesita talento tanto en como en pociones como en transformaciones, no asumimos ninguna responsabilidad por cualquier problema físico o mental que pueda resultar de estas instrucciones. Esto suena peligroso, Jess ¿Estás segura de que quieres hacerlo? Aún puedes dejarlo, le diremos a quien tu sabes que la poción no funcionó.

- Es necesario, Sev. Sé que te preocupas por mi, pero Dumbledore dijo que convencería a Slughorn de ayudarnos con la poción y me buscaría algo de ayuda para poder acomodarme a mi forma animal, estaré perfectamente bien.

- Sigo pensando que es peligroso, el libro dice que si algo sale mal puede haber consecuencias de por vida.

- Ya leí el libro, cariño, no debes preocuparte, sé lo que hago, confía en mi, por favor.

El pelinegro hizo una mueca si estar muy seguro de las palabras de su novia pero sabía perfectamente que no podía discutir con ella por lo que finalmente asintió, guardando el libro antes de tomar su mano para seguir caminando a su lado en dirección al salón de pociones. Extrañamente, los merodeadores no los habían molestado hasta el momento, cosa que causaba una sensación de inseguridad en Severus, sabía que ellos jamás se rendirían y que, si no se habían topado con ellos hasta el momento, era porque estaban tramando algo.

La voz de Dumbledore los sacó de sus pensamientos en cuanto entraron al salón, Slughorn se encontraba junto a Abraxas Malfoy quien había ido especialmente a supervisar la transformación de su hija adoptiva. Ambos hombres prepararon la poción con mucho cuidado y, en cuanto estuvo lista, el grupo se reunió en el campo de entrenamiento para dar su apoyo a la Ravenclaw; las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer mientras los relámpagos iluminaban en cielo nocturno, los cuatro chicos miraron a su amiga, esperando que bebiera la poción.

- Amato animo animato animagus

Exclamó la castaña apoyando la varita en su pecho al terminar de beber la poción, un pequeño destello rojo se vio en la zona donde la madera se unía con su uniforme y rápidamente tomó un color dorado mientras el cuerpo de la chica cambiaba. La transformación tardó apenas unos segundos y no fue hasta que sus amigos gritaron impresionados que Jessica notó que el hechizo había funcionado, Narcissa le acercó un pequeño espejo de mano para que pudiera ver su forma animal; un suave pelaje moteado cubría su cuerpo, sus orejas habían cambiado a unas puntiagudas y unos finos bigotes felinos se extendían a los lados de su hocico. Sus amigas se concentraron en admirar su apariencia y comentar cada detalle de su figura, mientras que los muchachos discutían respecto a su especie.

-¿Un gato? Creí que sería algo más grande, ya saben, Jess da miedo a veces, los gatos no dan miedo.

- No es un gato, Lucius, es un lince. 

El cuervo y la serpiente - Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora