5. La Marca

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Para sorpresa de los cuatro chicos, el director estaba allí en la Sala del Espejo a su regreso. Yuu pensó que los había estado esperando, pero descartó esa posibilidad por completo al darse cuenta de que los estaba viendo con el mismo desconcierto que ellos a él.

─Señor Crowley ─lo llamó para evitar alargar el silencio─. Tenemos el cristal que nos indicó buscar.

Para hacer hincapié al significado de sus palabras, Deuce dio un paso hacia delante y extendió ambos brazos con el cristal mágico.

El director parpadeó un par de veces al recibir el cristal y darse cuenta de la situación.
─¡¿Eh?! ¿De verdad fuisteis a la Mina de los Enanos para buscar el cristal?

─¿¡Qué!? ─preguntaron a su vez Grim y los tres jóvenes con confusión.

─Pues claro, señor... ─respondió Yuu─. Usted mismo nos lo dijo, ¿recuerda?

─No creí que fuerais a ir realmente, y mucho menos volver con un cristal... Así que me di la libertad de preparar el papeleo para vuestra expulsión ─confesó con algo de vergüenza en su voz.

─¡¿Qué?! ─preguntó Yuu con consternación.

Ace y Deuce se limitaron a verlo con horror antes de fruncir el ceño con molestia.

─¡¿Qué?! ¡Serás tramposo! ─exclamó Grim con enfado mientras se bajaba de los brazos de Yuu─. ¡Y encima lo hiciste mientras nosotros arriesgábamos la vida con un monstruo ahí fuera!

Crowley tampoco se esperó aquel enunciado.
─¿Un monstruo? ─preguntó con interés.

─¡Había un monstruo allí! ─explicó Ace con el mismo enfado que Grim─. Daba mucho miedo y era súper fuerte, ¡fue horrible!

─¿Podríais hablarme de esta situación con más detalle? ─preguntó el director─. Vayamos a mi despacho, allí hablaremos con más comodidad.

El hombre los condujo a una gran sala adornada con una larga alfombra morada y unas grandes cortinas del mismo color estampadas con figuras verdes en forma de estrellas y lunas. Lo que más llamaba la atención eran unos retratos flotantes de los Siete Grandes, los mismos representados en las estatuas de la avenida principal de la escuela. Se sentó delante del escritorio que había allí y colocó el cristal a un lado de la superficie.

Entonces Yuu, ayudado por Ace, Deuce y Grim, le explicó todo lo ocurrido en el bosque y en la mina: la aparición del monstruo, la elaboración del plan y su combate contra él para obtener el cristal.

El director no desvió la atención en ningún instante.
─Oh. Un misterioso monstruo viviendo en la mina. ¿Y vosotros cuatro trabajasteis juntos para derrotarlo y traer aquí el cristal? ─resumió.

─Así es, señor Crowley ─afirmó Yuu mientras volvía a coger a Grim en brazos.

─Tampoco es que hayamos trabajado juntos... ─dijo Ace con un poco de vergüenza.

─Más bien fue que nuestros objetivos eran el mismo... ─añadió Deuce de la misma forma.

─Chicos, ¿ya vais con eso otra vez? ─les reprochó Yuu─. ¡Ya habéis admitido antes que hemos trabajado juntos!

Las caras de los chicos enrojecieron levemente, pero antes de poder decir nada, el director comenzó a sollozar levemente antes de romper en un fuerte llanto.

Los cuatro presentes intercambiaron miradas de incomodidad y confusión.

─¿Qué le pasa a este ahora? ─preguntó Grim, rompiendo el silencio─. ¿Por qué un adulto está llorando de esta manera?

Twisted Wonderland | La Marca De MickeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora