22. El Ladrón Escurridizo

379 36 19
                                    

Cuando el resplandor se disipó, la chica sombra había dejado de ser una oscura silueta para convertirse en una chica de aspecto completamente humano. Tal y como Yuu había supuesto, ella llevaba puesta la misma ropa que él: camiseta blanca de algodón, pantalones marrones del mismo material y sandalias.

Parecía ser de la misma edad que él, tenía piel clara, pelo negro azabache liso, largo hasta la mitad de la espalda, y sobre la frente tenía un adorable flequillo dividido por la mitad. Las mangas cortas de la camiseta realzaban las líneas de sus tonificados brazos.

Ella abrió los ojos lentamente, revelando ser del mismo tono azul que los de él. Ya de por sí, la chica era muy parecida a Yuu. Al fijarse en él, se sobresaltó y lo miró con una mezcla de sorpresa y confusión.

Por su parte, Yuu dio un pequeño respingo al reconocerla.
─¿Yuki? ─preguntó antes de volver a acercarse a ella.

La chica no se movió ni respondió. Yuu caminó hasta detenerse a un paso de distancia de ella, haciendo más notoria la diferencia de altura entre ambos, ella era algo más baja que él.

─Yuki, eres tú ¿verdad? ─volvió a preguntar Yuu con un pequeño temblor en la voz.

Por primera vez en semanas deseó más que nada que aquello que estaba viendo no se tratara de un sueño, acercó la mano hacia la chica en un intento de comprobar si era de verdad o no.

Para su sorpresa, la chica se adelantó y agarró decididamente con ambas manos la de él.
─¿Yuu, qué te ocurre? ─preguntó con preocupación─. Pareces nervioso.

Escuchar su voz y sentir su calidez provocó que unas pequeñas lágrimas cayeran de los ojos del joven y que se lanzara a ella para envolverla en un abrazo.

─¡Yukiko! ─exclamó con emoción.

La chica luchó por recuperar el equilibrio tras aquel repentino placaje.
─¡Eh! Oye, tranquilo ─exclamó ella antes de escuchar unos sollozos procedentes de él─. Espera, ¿estás llorando? ¿Por qué?, ¿qué pasa? ─Se apartó de él sin soltarlo y le sujetó con suavidad un hombro.

Yuu se secó las lágrimas rápidamente.
─Perdón, es que... ─murmuró con voz rota─. Te he echado tanto de menos... ¡Tenía miedo de no volver a verte...!

─¿Echado de menos? ─repitió la chica, extrañada.

El joven tragó saliva e inspiró profundamente para intentar calmarse y hablar con más claridad.
─Sí... A ti, a mamá, a tía Yoshiko... ¿Qué ha pasado? ¿Habéis estado muy preocupadas?

─Espera, espera, ¿por qué nos echarías de menos? ¿Ha ocurrido algo?

Ahora el joven la miró confundido y negó la cabeza, extrañado.
─¿Qué quieres decir? ¿No he desaparecido en casa? ¿Nadie me está buscando?

─¿Desaparecido? ¿De qué estás hablando? La última vez que te vi fue anoche cuando nos fuimos a dormir, ¿recuerdas? ─preguntó la chica, tratando de encontrar sentido al asunto─. ¿Pero qué lugar es este? ¿Y qué eran todos esos animales? ¿Acaso estoy soñando?

De hecho, el último recuerdo que Yuu tenía antes de despertar en Twisted Wonderland era haberse ido a dormir, tal y como se lo había dicho a Crowley.
─Seguro que esos animales eran un sueño, pero tú no lo pareces ─le dijo─. Pero si no me habéis visto desaparecido, entonces...

Antes de pensar en algo más, la chica se estremeció y comenzó a toser.

─¿Yuki? ─preguntó Yuu.

─Yo... ─murmuró ella antes de toser con más fuerza todavía y perder el equilibrio lo suficiente como para caer de rodillas.

─¡Yuki! ¿Qué pasa? ─exclamó el chico con preocupación mientras se agachaba junto a ella y la rodeaba con sus brazos.

Twisted Wonderland | La Marca De MickeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora