II

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"𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒖𝒔𝒂𝒏 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒕𝒆𝒈𝒆𝒓 𝒂 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏, 𝒔𝒐𝒏 𝒍𝒂𝒔 𝒎á𝒔 𝒄𝒓𝒖𝒆𝒍𝒆𝒔, 𝒂𝒔í 𝒒𝒖𝒆 𝒚𝒂 𝒅𝒆𝒋𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒎𝒆 𝒃𝒆𝒃é, 𝒚𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒄𝒖𝒃𝒓í 𝒕𝒖 𝒕𝒓𝒖𝒄𝒐"

Youngjo terminó dándole la espalda a Leedo, quien lo había molestado un rato intentando abrazarlo, tocándole el pelo o bajando peligrosamente sus manos por su espalda hasta casi tocar su trasero, aunque luego de unos cuantos golpes por parte del mayor se había detenido, cruzándose de brazos con un exagerado puchero en los labios.

-Maldito homofobico, Kim, no quieres que te toque un hombre gay a pesar de ser uno también.

-Si quiero que dejes de joder, haré lo que sea necesario, marica.

-Marica tu madre.

-La que no es marica es la tuya, yo te lo confirmo.

-¡Hyuuuuung!

-Ya era momento de que te enteraras...Soy tu padre.

-¡Noooooo!-Gritó en queja con un particular tono chillón.

Dongju arrojó una almohada con fuerza a la suerte, con la esperanza de pegarle a Geonhak, sonrió en sus adentros cuando escuchó al cenizo quejarse.

-Cierren ambos el hocico ahora, parecen unos mosquitos molestos-Hwanwoong asintió, aunque no pudieron ver el gesto debido a la oscuridad-Hyung perdón ¿pero podrías levantarte y pasarme la almohada por favor?-Pidió Dongju de forma educada y amable hacia el rubio, como si fuese un niño pequeño.

El mayor salió de la cama, obedeciendo al menor, quien le sonrió con un pequeño "Gracias" en cuanto se la alcanzó, al volver a la cama, Hwanwoong golpeó sin querer las piernas del azabache, provocando que el menor frunciera el ceño en una mueca de dolor.

Hwanwoong tardó un momento en entender que el chico sí sentía sus piernas, así que sonrió y rió ligeramente.

-Mentiroso-Dijo, recibiendo una sonrisa y mirada ladina por parte de Dongju, mientras se encogía de hombros.

-Sip, no te voy a mentir Hyung-El azabache se volteó un poco para poder estar frente a frente, susurrando para no molestar a los otros dos chicos, con una pequeña sonrisa-Te dije que hace un tiempo podía mover los dedos...Lo sigo haciendo, pero de a poco comencé a sentir el resto, empezó con tener cosquillas en la planta del pie y ahora,puedo sentir todas las piernas-El rubio sonrió ampliamente, aplaudiendo bajito-Sigo sin poder moverlas, dijeron que es porque los músculos aún están débiles...Más o menos así-Hizo un gesto con la mano, para restarle importancia-Lo malo es que ya no puedo hacer chistes negros, ya que no tienen gracia-Hwanwoong frunció el ceño al escuchar eso, lo golpeó un poco para que se diese cuenta de la estupidez que acaba de decir-La terapia está ayudando-Comentó con algo de vergüenza en el rostro-No pensé que lo haría.

-Creí que ha-bías dejado-Murmuró Hwanwoong, el azabache sólo se encogió de hombros.

-Me dí cuenta que no tengo nada que perder si hago la terapia, además-Hizo una pequeña pausa-Es lindo nadar un rato.

Hablaron durante un rato más, aunque fue Dongju quién más dijo unas cuantas palabras, mientras su Hyung escuchaba atentamente todos los avances del menor, con una sonrisa orgullosa en su rostro.

No fue hasta que escucharon los ronquidos de Leedo que se dieron cuenta que ya llevaban demasiado hablando, así que solo se acurrucaron un poco más entre sí para dedicarse unas buenas noches antes de irse a dormir.

LOUDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora