LOUD

IX

"𝑴í𝒓𝒂𝒎𝒆, 𝒔𝒐𝒚 𝒚𝒐, 𝒑𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒎𝒂𝒔"

Al otro día debían ir al hospital y como siempre, Hwanwoong estaba nervioso y permaneció casi sobre Youngjo toda la mañana, recibiendo mimos que lo hacían sentir un poco mejor.

En el momento que tuvo que entrar a la sala donde estaría la máquina de tomografía, separándose de Ravn y de su madre, intentó dejar de temblar tanto, había hecho eso incontables veces, pero no podía superarlo.

En una sala aparte, la señora Yeo, Youngjo y su doctor, miraban la pantalla del ordenador, el hombre hizo una mueca cuando notó la imagen del tumor, más brillante y clara entre toda la masa gris de su cerebro, movió un poco el mouse de la computadora, tomando unas medidas, anotando un par de cosas en algunos documentos y otros análisis durante unos largos minutos, hasta que anunció por un micrófono que ya habían acabado, por lo que Hwanwoong era libre por hoy.

El doctor se volteó hacia ambos, le dedicó una pequeña mirada al joven, acostumbrado a que el peliplata siempre se iba cuando tenía que hablar con la mujer,  pero Ravn se adelantó antes de que ambos dijeran algo.

—¿Podría quedarme, Omma Yeo?

La mujer lo miró unos segundos antes de asentir, Youngjo ya era grande y tenía el derecho de saber qué era lo que ocurría con Hwanwoong.

—Bien—Empezó a decir el médico—La parte buena, es que el tumor no ha crecido, sigue igual que hace unas semanas, la parte mala, de esa misma, es que apenas se ha reducido algo de milímetro, los medicamentos parecen no estar funcionando mucho, debería haberse reducido mucho más. Es algo extraño que su cuerpo se haya acostumbrado a los medicamentos que le recetemos, pero puede pasar... Permítanme un momento luego y le daré otros, pasando a otro tema ¿Hwanwoong no ha vuelto a presentar ningún otro síntoma? 

—No ha vuelto a tener fiebre, ni dolor—La señora Yeo miró a Youngjo, para corroborar lo que había dicho, el peliplata negó mientras el doctor asentía, anotando unas cuantas palabras entre sus papeles.

—Bien, les comentaré, los tumores cerebrales pueden tener distintos síntomas dependiendo de la persona, fiebre y dolor de cabeza son recurrentes, pero pueden surgir otros, les diré los más comunes—El hombre se apartó un poco para ver hacia la computadora, tomando una lapicera para apuntar a las imágenes—El tumor está en la parte más externa del cerebro, entre éste y el cráneo, por eso se le considera benigno, de estar más adentro, sería maligno—Explicó—Pero también tiene sus cuestiones. Por la zona en la que está, en la que llamamos, lóbulo frontal. Esta misma, la parte de arriba y delante del cerebro—Abarcó, haciendo un círculo con la lapicera una parte de la imagen—Es la encargada de cosas como el lenguaje, el pensamiento racional, las funciones motoras, sociales, sexuales y hasta la memoria a corto plazo, cualquier síntoma que pudiera tener Hwawoong está relacionado a esas cosas. Desde crisis de ansiedad, dificultad para hablar, hacer amigos, movimientos de baile o hasta falta de equilibrio, pueden ser síntomas, presten atención a esas cosas, si las hay, si no o si empeoran—Dijo—Tengo entendido que Hwanwoong ya es propenso a tener ataques de ansiedad, aunque puede tener relación con esto, creo que son más psicológicos, no sé mucho de ese tema, pero recomiendo que vaya a un psicólogo. Dígame, ¿Continuó yendo a clases con la fonoaudióloga que le recomendaron?—Sus ojos fueron hacia la señora Yeo.

Antes de que la mujer fuera capaz de contestar, golpearon la puerta con rapidez, sin esperar respuesta, una enfermera abrió y asomó su cabeza por la puerta.

—Disculpe, doctor, Yeo Hwanwoong está entrando en pánico—Su tono tranquilo no hizo que los presentes se sintieran bien—No deja de repetir "Ravn".