LOUD

XII

"𝑫𝒆𝒇𝒊𝒏𝒊𝒕𝒊𝒗𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒆𝒔 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒄𝒐𝒍𝒐𝒓, 𝒑𝒆𝒓𝒅ó𝒏 𝒑𝒐𝒓 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒂𝒓 𝒂𝒍𝒈𝒐 𝒕𝒂𝒏 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒏𝒕𝒆"

Salir con Hwanwoong, para Youngjo, era vivir una abstinencia constante.

Claro que quería y amaba a su tierno novio para algo más que el sexo, nunca en su vida había amado tanto a alguien, al punto que imaginaba un día sin él como doloroso.

Pero no dejaba de ser un adolescente y la idea de tener relaciones sexuales con Hwanwoong parecía concentrarse sólo en sus sueños húmedos.

Quería esperarlo hasta el momento en que su chico estuviera listo no se arriesgaría a rozar de más, a imaginar demasiadas cosas o mirar mucho el cuerpo del menor.

Porque no podía negar que tanto como tenía su lado tierno, Hwanwoong era muy sexy.

Había sufrido bastante luego de aquel "Baño de Novios", tal y como lo había dicho Hwanwoong, los sueños de todo lo que podía haber sido ese baño y que no se cumplieron en la realidad, lo atormentaron varias noches después.

En ese momento, se había encargado de no pensar en la desnudez, en ignorar el lindo cuerpo de Hwanwoong, así que había mirado directamente a su rostro durante todo aquel rato, sin ver más allá.

Habían pasado meses desde que eran novios formalmente y casi un año desde su primer beso, lo más íntimo que lograron hacer había sido tocarse, estar desnudos juntos y un intento fallido de su primera vez.

Youngjo no podía especificar cuánto tiempo era necesario para que una pareja tuviera relaciones, dependía de cada uno, de ambos, de cómo ocurrieran las cosas y otro montón de variedades, pero creía que después de tantos meses, era momento de dar ese paso.

Hwanwoong no estaba listo y lo respetaba, pero sus ganas aumentaban con cada día, con cada roce accidental o cada sueño húmedo que habían tenido más presencias en las últimas semanas.

Sabía que era algo que debía hablarlo, sentía que aclararse esas cosas que sentía y que pensaba con el menor, así que estando sentado en el vehículo, esperó incómodo y con algo de nervios a que su chico saliera de esa casa para sentarse junto a él.

Desde la entrada de la casa, el rubio notaba como su novio se acomodaba el cabello cada dos segundos y su cuerpo moviéndose levemente debido al incesante golpeteo que daba con su pierna, dejó las cosas en el baúl y rodeó el auto para subir por la otra puerta, dedicándole una mirada insegura y dudosa al mayor, sobre si podía o no sentarse, aún bastante alejado de él.

Supo que el mayor quería decirle algo, pero el chico abría la boca sin saber cómo empezar, la cerraba, mordía su labio un poco, antes de repetir las mismas acciones, ver eso hacía al peliuva preguntarse algo que ahora lo carcomía por dentro.

—¿Hi-ce algo... Malo?—Preguntó  con su vocecita más débil que de costumbre.

Youngjo abrió los ojos de más al escuchar eso, dándose cuenta del daño que le podía causar a Hwanwoong.

—No, Hwanwoong, no eres tú—Dijo, inclinándose un poco hacia el menor—Es sólo que... Yo me puse nervioso—Murmuró.

 —¿En-tonces no estás enojado?

El peliplata sonrió un poco, una sonrisa penosa que sólo salió a adornar la situación.

—No, Woongie—Negó un poco—Lo que me pasa no es para enojarse y tampoco podría enojarme contigo.