XXXIII

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"𝑵𝒂𝒅𝒊𝒆 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒆𝒍 𝒅𝒆𝒓𝒆𝒄𝒉𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒈𝒓𝒆𝒅𝒊𝒓𝒕𝒆, 𝒏𝒂𝒅𝒊𝒆 ¿𝒎𝒆 𝒆𝒏𝒕𝒊𝒆𝒏𝒅𝒆𝒔? 𝑵𝑨𝑫𝑰𝑬"

Su madre sonrió con alivio cuando se volteó hacia ella, se acercó unos pasos hasta quedar frente a frente, Youngjo estaba incomodo.

—Tocaste muy bien, Youngjo—Dijo la mujer, el muchacho asintió como agradecimiento—Ese chico te opacó bastante, pero yo te vi.

—¿Qué chico?—Youngjo no iba a permitir que trataran a Hwanwoong como "Ese chico", su madre sabía quien era, era absurdo.

—Ya sabes... El mudo.

—Ya no es mudo, señora—Se metió Geonhak en la conversación, apoyó su antebrazo en el hombro del mayor, recargándose sobre él. Ravn lo hubiera apartado de no ser porque su madre estaba presente.

Quería demostrarle que tenía apoyo, que no estaba solo y que frente a sus amigos ella no podía hacer nada.

—Hola tú... ¿Jeonam?

—Casi, pero lo acepto—Dijo y Youngjo sonrió para evitar reír—Geonhak ¿Cómo está, señora Kim?

La rubia sonrió, se notaba incómoda por una charla tan poco formal con ese chico.

—Bien, bien, gracias ¿Podría hablar con Youngjo?—La pregunta no sonó muy amable—¿A solas?

—Puedes hablar conmigo estando ellos presente—Ravn se encogió de hombros.

—¿O son demasiados gays juntos, para usted? El arcoíris no la deja hablar bien ¿No?

—Geonhak—Murmuró Xion para que se callara, Youngjo volvió a aguantar la risa.

La señora Kim pensaba que todo aquello era una falta de respeto.

—Bien, si lo van a poner tan difícil—Murmuró la mujer, viendo a su hijo—Venía hacer las pases contigo, Youngjo —Los tres jóvenes alzaron las cejas, sorprendidos—Entiendo que no fue tu culpa, hijo—La mujer sonrió de manera casi maternal—Yo te crié bien, temo que fueron tus juntas lo que te cambió, Youngjo... No te puedo culpar de las juntas incorrectas, hijo—Leedo y Xion se miraron, el mayor de ambos iba a pedir el primer turno para golpearla, pero la mujer continuó hablando—Y bueno, ese chico, ya sabes, acaso... ¿Te pintaste los labios?—La pregunta sonó con asco.

—No, yo no, Hwanwoong sí—Dijo con molestia—Ya sabes, mi novio, ese chico.

—S-Si, Youngjo... ¿No te das cuenta que ese chico te manipula?

—¿Hwanwoong, manipular?—Preguntó Geonhak.

—Por eso quería una conversación privada...

—O quizás para encerrarlo de nuevo—Comentó Geonhak, a lo que la rubia frunció el ceño—Privación de libertad, es un delito, podría estar en prisión.

—Bien... Youngjo, ví como ese chico en el escenario te obligó a tomar su mano y te besó sin tu consentimiento. Si eso pasó frente al público, no quiero imaginar lo que debe manipularte y obligarte a otras cosas en privado.

—Sí, porque a Youngjo no le gusta cu-

—No es el momento, Geonhak—La voz enojada y grave de Youngjo lo hizo callar y bajar la cabeza—Si vienes a decir estupideces, puedes irte—Dijo con desprecio hacia su madre.

—No, no, Youngjo no comprendes—La mujer se acercó a él dando un paso más—Te estoy dando una oportunidad de volver a casa, Youngjo, lejos de todo esto que no eres, hijo.

LOUDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora