XXXIV

26 5 0
                                    

"𝑺𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒋𝒖𝒏𝒕𝒐𝒔, 𝒆𝒏 𝒄𝒖𝒆𝒓𝒑𝒐 𝒚 𝒂𝒍𝒎𝒂, 𝒍𝒊𝒏𝒅𝒐"

"Youngjo está contigo solo porque le das lástima, siempre das lástima, por mudito, por gordo, por ser un fracasado ¿Por qué crees que te hacían bullying? ¿Nunca se te ocurrió que lo merecias? Mi Ravn es tan bueno que quiso ayudarte, pero tú lo enfermaste."

La señora Yeo estaba furiosa mientras leía el testimonio de su hijo.

—Aquí Hwanwoong dice "Youngjo me ama" y-

—Y la perra seguía y seguía—Dijo Geonhak, quien estaba igual de furioso que la mujer y que los demás.

La señora Yeo asintió.

"Youngjo tiene apenas dieciocho años, él no sabe lo qué es amar".

—Ella tiene cuarenta y no sabe qué es amar.

—Necesita una buena verga esa mujer—Acotó Leedo.

—¿La tuya?—Preguntó Youngjo, solo para molestarlo.

—Esa es mía—Respondió Dongju, su tono sonó molesto.

—¿No pueden estar serios un puto momento? Gracias—Seoho habló alterado, primero una presentación importantísima y luego uno de sus estudiantes fue golpeado por una madre desquiciada.

La señora Yeo suspiró cansada, le alcanzó el papel al hombre mientras se frotaba sus ojos

—Sigue leyendo tú—Dijo la mujer.

El hombre tomó la hoja y buscó unos segundos para continuar dónde lo había dejado la mujer.

"¿Cómo crees que él pueda amarte de verdad? Yo sé lo que crié y mi hijo no amaría a alguien como tú... Tú y esos amigos hicieron a Ravn algo que no es, son un montón de egoístas y de enfermos".

Seoho negó mientras soltaba un suspiro.

—Y aquí Hwanwoong dice "Youngjo es libre, él es él, siempre fue así" y dice que entonces lo abofeteó y lo hizo callar. "Youngjo será libre cuando ya no estés con él, por su bien, déjalo y no vuelvas a verlo"—Volvió a suspirar—Hwanwoong cuenta "Estaba llorando, pero negué varias veces con la cabeza, entonces me tomó del cuello, caminé hacia atrás para escapar pero estaba la pared del baño, me estaba asfixiando y no podía respirar, me obligó a promete que terminaría con Youngjo... No pude aguantar. Lo último que me dijo antes de que la empujara, era que se llevaría a Youngjo y nunca volvería a verlo"Seoho alzó la vista del papel, Hwanwoong y la señora Yeo lloraban en silencio.

—Quiero golpearla—Murmuró el peliverde, rompiendo el silencio.

Youngjo se levantó de su asiento cabizbajo, ocultando su llanto, se acercó a Hwanwoong y lo abrazó con firmeza, cada uno escondió el rostro en el hombro del otro y los presentes se sorprendieron cuando el mayor tembló para luego quebrar en llanto, mientras se aferraba a su novio.

Fue Hwanwoong en esta ocasión que abrazó su cintura, sintiendo al mayor tan débil y frágil, lo atrajo hacia él para sentarlo en su regazo, mientras el pelirrojo seguía llorando, escondiéndose en él.

—Ellos se aman—Dijo la señora Yeo con su voz rota—Esa enferma no lo entiende.

Youngjo lloraba porque no entendía.

LOUDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora