XVIII

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"𝑵𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒔𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒄𝒓𝒆𝒆𝒓 𝒋𝒂𝒎á𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂𝒔 𝒇𝒂𝒍𝒔𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒏𝒛𝒂𝒔, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒊 𝒆𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒊, 𝒍𝒆 𝒓𝒆𝒛𝒂𝒓í𝒂 𝒂 𝒕𝒐𝒅𝒐𝒔 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒊𝒐𝒔𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒊𝒆𝒓𝒂𝒏"

-Tus cuerdas vocales están perfectas-Dijo el doctor, guardando la pequeña linterna en el bolsillo de su indumentaria-Se nota que las cuidas mucho-Dijo con una sonrisa, el peliuva hizo una especie de mueca, encogiéndose de hombros, no estaba de humor-Bien, Woongie, lo último y terminamos ¿Puedes decirme tu nombre?

-Yeo Wawun...-Negó, al darse cuenta que de nuevo había confundido las palabras-Hwanwoong-Se corrigió.

El hombre le aplaudió con una sonrisa

-Muy bien, Hwanwoong, has avanzado, esas clases con la fonoaudióloga debieron de haber funcionado-Dijo, mientras buscaba la paleta que había comprado especialmente para el chico, entregándosela en la mano al conseguirla-Entiendo que la "U" es una de las letras que más se complican en pronunciar, pero dentro de unas sesiones más lo lograrás, estoy totalmente seguro, lo mismo ocurre con la "H"-El peliuva negó-¿No? ¿No qué, Hwanwoong?-Preguntó el mayor.

El peliuva dirigió su mirada hacia Youngjo y a su madre.

-Woongie tuvo una pequeña crisis en el estudio de la fonoaudióloga-Dijo su madre, mirando al doctor.

Por su lado, Youngjo fue hacia su novio, colocándose a su lado, como si así pudiera distraerlo de recordar el ataque de pánico que habían tenido en el consultorio.

El doctor frunció el ceño, la señora Yeo se tomó su tiempo de contarle lo ocurrido hacia casi dos meses atrás, el hombre pareció mirar al peliuva con pena.

-Escuchen-Dijo-Mi amigo, tu doctor en Ansan, Woongie, me ha contado de tu tumor. No estudié nada de ese tema, no sé mucho más que ustedes y si no me lo hubieran dicho, no lo habría sabido, pero, por donde está el lóbulo frontal, Woongie puede tener dificultades de habla y considerando que pasó mucho tiempo sin hablar, es posible que nunca pueda hablar con normalidad. Sus cuerdas vocales, su lengua o boca, lo que utiliza para hablar en general, podrían estar atrofiados por el paso del tiempo, por ello insistimos que vaya con una fonoaudióloga, así se verá realmente hasta dónde puede llegar.

Hwanwoong comenzaba a tener unas ganas horribles de salir de ahí, hasta ese dulce de frutilla le parecía amargo, odiaba que le recordaran lo pésimo que era para hablar. Sabía que era difícil y sabía que no lo hacía perfecto ¿Pero simplemente no podían dejar de recordárselo? Simplemente bajó la vista con el ceño fruncido.

-No importa que no pueda decir algo correctamente-Hwanwoong se sorprendió al escuchar la voz de Youngjo, miró a su novio con ojitos brillantes, el pelirrojo le dedicó una sonrisa sincera-Lo dice y eso ya está perfecto, no tiene nada de malo su forma de hablar-Lo defendió.

El doctor decidió callarse mientras la señora Yeo sonreía ampliamente.

-Niños ¿Quisieran esperar afuera un momento?

Youngjo extendió una mano hacia Hwanwoong, quien la tomo con una boba sonrisa marcada en su rostro, bajó de la camilla de un salto y salieron de la habitación.

-Doc-tor ton-to-Yeonjun rió.

-Eres tan adorable cuando insultas con el único insulto que te sabes-Hwanwoong frunció el ceño.

-I-do-ta.

-I-dio-ta-Corrigió el mayor.

Hwanwoong soltó un suspiro enojado, con el ceño aún fruncido apartó la vista de su novio, su cabeza comenzaba a dolerle un poco, cosa que le ponía de mal humor y Youngjo lo estaba irritando. Se suponía que estaba enojado, que tenía que notarse toda su furia y no le recordaran lo adorable que se veía.

LOUDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora