III

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"𝑨𝒍 𝒑𝒂𝒓𝒆𝒄𝒆𝒓 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒇é 𝒔𝒆 𝒉𝒂 𝒆𝒏𝒇𝒓𝒊𝒂𝒅𝒐"

El día que Hwanwoong comenzaría sus sesiones con la fonoaudióloga, estaba totalmente nervioso, durante el viaje de casi veinte minutos hasta el consultorio, tanto Youngjo como la señora Yeo intentaron relajarlo un poco, aunque apenas lo lograron, por más que el chico sabía que no era nada malo.

Hwanwoong tenía miedo.

Al llegar a la puerta y ser atendidos por la mujer de sonrisa amable, sólo se saludaron y ambos se despidieron de Hwanwoong con un beso en su frente, que hizo que al chico tener una sonrisa avergonzada, para esperarlo, Youngjo y su madre postiza fueron a una cafetería cercana, eran casi las seis de la tarde, así que estaban a tiempo para merendar.

Ya con sus cafés y aprovechando que podía hablar tranquilamente con la mujer, el peliplata no se contuvo de ser sutil.

-Hwanwoong no quiere decirles a Leedo y a Xion sobre su tumor.

La mujer tardó un momento en responder, evidentemente dolida, por su silencio, Youngjo se sintió un poco mal, supo que había sido inapropiado decirlo así.

-Ravn...¿Tú no tienes algo de lo que en serio no quieras hablar? ¿Algo que te duele tanto que no quieres decírselo a nadie?-El peliplata pensó la pregunta un momento, asintió lentamente, tenía cosas que se guardaba solo para él, como todos-Bien, ahora, imagina que eso que no quieres decirle a nadie, está representado como un problema, como lo que tiene Woongie, por ejemplo-Youngjo sólo la miró, sin saber que decir-El tumor de Hwanwoong apareció cuando él la estaba pasando realmente mal...-La mirada de la mujer se había perdido en los recuerdos-Nunca había visto a un niño odiarse a sí mismo, sentir tanto miedo y ansiedad y luego...Cuando estuvo rodeado de doctores y agujas todos los días de hospital. El sufrió mucho-Explicó-Por más que pudieron controlarlo o que al cambiarlo de escuela la pasó un poco mejor...El tumor para él es como un recordatorio constante, algo que sigue allí, que lo hace sentir mal porque vuelve a sentir todo lo que sufrió por ese tiempo-Continuó la mujer contando su relato mientras veía directamente a los ojos del de hebras platinadas-Creo que su miedo a los doctores, consultas, hospitales...Todas esas cosas, también se deben por todo lo ocurrido, sin embargo, respondiendo a lo que dices, a Hwanwoong no le gusta hablar de ello porque se siente mal...No lo culpes.

Youngjo asintió, comprendiendo las palabras de la mayor, aunque una parte de él creía que sus amigos merecían saber dicha información. El teléfono de la señora Yeo hizo acto de presencia, la mujer se apresuró en sacarlo, frunciendo el ceño levemente al ver que se trataba de la fonoaudióloga, el turno de su hijo aún no acababa, debía quedar al menos una media hora.

-¿Hola?-Preguntó con extrañeza, su expresión cambió de golpe y eso no pasó desapercibido por el joven, quien solo pudo escuchar el tono de voz alterado del otro lado de la línea, sin entender que decía exactamente la persona-Es un ataque de pánico, intente calmarlo, iré allí ahora mismo.

Le hizo señas rápidas a Youngjo, aunque no lo esperó mucho para salir ambos corriendo de la cafetería e ir hacia el auto, el peliplata apenas tuvo tiempo para agarrar su abrigo e ir tras la mujer.

-¿Qué pasa?-Fue lo primero que logró decir al estar dentro del vehículo.

La mujer de forma nerviosa encendió el coche y comenzó a ver por los espejos en busca de poder salir.

-Hwanwoong está teniendo un ataque de pánico o de ansiedad, como quieras llamarle-Dijo de forma rápida mientras manejaba, intentando no acelerar tanto como quería-De pequeño también solía tenerlos-Añadió en un murmullo.

LOUDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora