34. No todo puede ser color rosa

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Yugyeom se encontraba frotando su nariz contra el vientre plano de su omega, acercó su oído al mismo y sonrió en cuanto sintió como Jungkook comenzaba a acariciar su cabello con suavidad.

El omega estaba encantado con eso, porque sí así estaba Yugyeom ahorita, ya se imaginaba como estaría cuando su vientre ya se le notará.

—Se que no me pueden escuchar aún, pero se que cuando lo hagan, se moverán en respuesta.

El mayor mantuvo su sonrisa y miró a su omega, Jungkook rió tierno y asintió.

Sí, ese era su Yugy, el mismo alfa que siempre mostraba madurez y seriedad ante los demás, ahora estaba ahí con él, mostrando su faceta real, imaginando como serían las cosas cuando ya se le notará su pancita.

Simplemente tierno y encantador.

—Suenas muy seguro de que vamos a tener más de un cachorro Gyeommie.

Jungkook sonrió y Yugyeom asintió sin dudarlo.

—Eres un conejo y yo una pantera, sumando a eso que por parte de ambas familias viene el gen de gemelos y mellizos, bebé, de verdad me sorprendería sí no viene más de uno.
—Yo pienso que serán dos.
—Yo pienso que serán tres.

Jungkook volvió a reír tierno, recordando lo que una vez, hace tiempo, Yugy le había contado.

—¿Lo dices por tu sueño?
—Una vez Jin hyung me dijo, hace tiempo, que los sueños se cumplen Jungkookie, y yo realmente estoy confirmando mucho más eso desde que te conocí y estoy contigo—. Dijo con una sonrisa, Jungkook también sonrió.

Yugyeom tomó una de sus manos y beso la misma, antes de acercarse hacía el rostro de su omega para poder besarlo con suavidad.

—Es hora de dormir, Jungkookie—. Murmuró contra sus labios.

El nombrado hizo un puchero, él aún no quería dormir.

—No quiero dormir Yug, no todavía.

Yugy lo miró con curiosidad y para ese punto, Jungkook realmente se seguía sorprendiendo, aveces, de la inocencia de su alfa.

—Sabes bien porque.

Yugyeom se sonrojó de golpe al entender su mensaje, rió tímido y volvió a besar a su omega.

—Esta bien amor mío, pero-
—Ni se te ocurra contenerte Yugyeom, o juro que no dejaré que me toques en dos meses o más.

El alfa rió y comenzó a negar, un poco divertido.

Sin decir algo más, volvió a besar a su omega, de verdad intentaría no contenerse, porque sabía que su conejito era capaz de cumplir su palabra y no quería eso.

Jungkook no era el único calenturiento después de todo.

Seis de las siete personas en aquella mesa se encontraban tapando sus oídos, pues los gritos de Lisa, realmente aturdían.

El conejito había decidido darles la noticia de que estaba embarazado, y por supuesto que la reacción que se esperaba por parte de sus amigos, sobre todo de su melliza, no podía faltar.

Y no faltó.

He ahí el porque se estaban tapando sus oídos.

—Li—. El omega la llamó con suavidad, pero Lisa volvió a gritar de la misma forma, emocionada, sin importarle las miradas de los demás y sobre todo, sin importarle los pobres oídos de sus amigos.
—¡Kookie!¡Te lo dije!—. Lo abrazo con emoción y Jungkook rió bajo, disfrutando de la reacción de su hermana.

Amor es amor(Yugkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora