Manon

30: Truth

—Ellos...

—Ellos son tus hijos... -murmuró su abuela señalando a los tres niños en el salón de la casa.

—... Eleine, Alistair y... ¿Manon? -Cate observó asombrada a la joven de no más de 13 años— ¿Nathan? Nana... No entiendo.

Élise afirmó sonriendo levemente y con un breve movimiento de manos el tiempo regreso rápidamente colocándolas en una carretera. La mujer de cabellos rubios frunció el ceño rápidamente.

—Tranquila, no pasa nada... Tu esposo, él está corriendo hoy...

—Oh no, no -Cate negó rápidamente–... Yo, no, no quiero ver esto.

—No. Tienes que verlo. -Ella respondió manteniéndola en su lugar.

Los automóviles las atravesaron en cuanto pasaron velozmente por donde ella se encontraban, Cate se sintió vacía ante aquella sensación y las ganas de vomitar la inundaron cuando escucho el sonido de un choque. Fue arrastrada por inercia hacia aquel lugar y observó confundida todo.

La meta estaba cerca, de hecho podía observar el automóvil con el número 21 del otro lado, sin embargo no había vítores, solo silencio y conmoción, pudo ver a Nathaniel salir del automóvil y correr hacia el lugar del siniestro seguido de su padre que había saltado la barra de seguridad.
Los observó auxiliar a los corredores involucrados en la carambola, los vio sacar a varios hombres, vio a Nathaniel alejarse con un hombre sostenido de su hombro y también observó a su padre quedarse ahí asegurándose que nadie dentro de los autos necesitará mas ayuda.

Entonces el color de las llamas se dibujo en sus azules ojos que inmediatamente soltaron gruesas lágrimas.

—No perdiste a Nathan... Fue tu padre, tu padre murió en aquella carrera. No fue Miranda quien se alejo, fue tu familia paterna.

Cate observó las imagenes frente a ella.
Un funeral, discusiones, un nacimiento y finalmente una separación familiar.

—Entonces yo... ¿Yo si tuve a Nathan? -la lágrimas bajaron rápidamente al observar todas aquellas imágenes en donde se encontraba junto a él, en donde ella estaba embarazada– ¿Nos casamos realmente–... En su boda...

—Lo hicieron. -afirmó la otra mujer.

—¿Y Leo y Lana? ¿Ellas...?

—Oh, eso si paso. Al menos esa parte si sucedió.

—¿Entonces... Qué... No?

—Bueno... Edith y tú, eso nunca sucedió, bueno, no como tu puedes recordarlo, ella no regresó después de haberte dejado después de la fiesta de cumpleaños...

—¿Entonces nunca estuve embarazada?

Élise frunció el ceño llevándola a otro escenario rápidamente.

—Oh...

—Nacieron seis años después de Manon... Un año después de que tus madres regresarán y de que Lana se casará.

Cate observó fascinada las imágenes que desfilaron frente a ella.

El nacimiento de sus mellizos, a Atlana con aquel hermoso vestido blanco, a sus madres sonrientes en aquella fiesta familiar, a sus hermanos posando junto a ella y a Leonore en aquella foto que ahora también incluía a Manon y a Nathaniel.