25: That's How We Ended Here

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Reproducir la canción durante la lectura (*).

Algunas veces nosotros tomamos decisiones en la vida y algunas otras la vida elige por ti”.
-Gayle Forman.

Cate leía tranquilamente en la sala de juntas cuando fue interrumpida por dos toques en la puerta de cristal.

—¿Si?

—Señorita, los señores Cavalli están aquí. -Karen anunció.

Cate dejó el libro en la mesa confundida apretando un botón para que las persianas se alzará y dejaran pasar la luz a la oficina.

Miranda... no había hablado con ella y mucho menos habían agendado una cita.

—Que pasen. -Respondió levantándose de su asiento caminando hasta la puerta– Miranda, Phillipe, hola.

Los saludo abrazándolos cálidamente e invitándolos a tomar asiento.

—¿Ha pasado algo?

—No, todo está bien. -Phillipe la tranquilizó.

—Se trata de Manon. -La madre de Nathaniel respondió, Cate guardo silencio pidiendo así que siguiera hablando– Como lo sabrás, Nathaniel era nuestro primogénito, él heredaria la empresa y luego ambos harían un imperio al juntar ambas compañías.

—Miranda...

—Nathan siempre estuvo consciente de los riesgos que implicaba ser corredor -Phillipe la interrumpió–, tu padre siempre se los dejo en claro y cuando se enteraron que Manon nacería, él de inmediato hablo con nuestro abogado y creo su testamento.

¿Porqué le decían eso? ¿Porqué en ese momento?

—Nos estamos haciendo viejos y ya no queremos manejar una compañía Cate, por eso estamos aquí hoy -Miranda saco de su bolso un folder blanco y se lo extendió–, ahí lo especifica.

Cate abrió aquel sobre comenzando a leer lo que su contenido decía.

—Nosotros hemos considerado que es el momento, el 60% de nuestra compañía es tuya si así lo deseas y cuando Manon cumpla la mayoría de edad las compañías Cavalli serán de ella.

El testamento estipulaba eso, Nathaniel lo había dejado en claro, todas sus acciones serían pasadas a ellas cuando sus padres considerarán correcto, su dinero, los automóviles y una pequeña propiedad en Mónaco.

—Tía Miranda no tienes porque hacer esto.

—Mis hijos manejarán mi compañía hasta que tu tomes la decisión de hacerlo, de ellos es el otro 40%. Cate, te estoy pidiendo como madre que no los dejes caer. -Miranda tomo su mano.

Cate la miro fijamente, se encontraba conmovida, demasiado conmovida. Sin embargo su mirada se enfoco en las personas detrás del vidrio que fungía como puerta de la sala de juntas. Cornelio, Dominic y Demetrius platicaban agitadamente, vio a el pelirrojo suspirar, pasar su mano por su cara y después silenciar a los gemelos, en ese momento los tres la vieron.

Algo estaba pasando.

Cornelio se acercó a el vidrio y con su dedo índice indicó que tenía que salir para poder hablar.
Cate se disculpo con ellos y salió rápidamente de la sala de juntas.

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