When everything collapsed

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—Bien, mi pequeña Mariposa, espero que te portes bien ¿si?

—¿Tu no vendrás?

—Oh no querida... Pero tus abuelas cuidaran bien de ti. -Cate beso las mejillas de su hija varias veces.

—Señorita... Ya esta todo, llevamos una toalla, bloqueador, bañador, el chaleco y comida. -La nana de la pequeña se acercó a ellas.

—Bien, amor, nos veremos pronto ¿si? -Cate juntos sus frentes sonriendo– Te amo.

—Te amo también mami. -Manon respondió acariciando sus mejillas.

—El chófer las llevara a casa de mi madre ¿si Christine? -Cate murmuró bajando a la pequeña niña de sus brazos– Luego mi madre se encargara de llevarlas a la playa -la nana asintió tomando a la menor de la mano– ¡Leo! ¡Baja ya! ¡Es hora!

Cate sonrió al escuchar a Leonore bajar rápidamente por las escaleras con su mochila en el hombro y una sonrisa plasmada en su rostro.

—Pia... ¿Tomar el elevador no era mas rápido? -Manon cuestionó.

—A Pia le gusta hacer ejercicio, Manon. -Cate respondió mientras besaba la cabeza de la joven rubia– Bien, quiero que las dos se porten bien y si algo sucede... Llamame, solo llama. -la mayor vio fijamente a Leonore.

—Tranquila mamá, vamos a estar bien. -Leonore murmuró sonriendo.

—Y no quiero sobrecargos en la tarjeta de crédito, Olympia. -Cate advirtió antes de que la adolescente saliera de la casa– Bien cariño, disfruta de tu día en la playa ¿si?

—Te amo mami. -Manon se abrazo nuevamente a ella al estar a su altura.

—Yo también te amo mariposa -Cate respondió rozando sus narices–, ahora ve que se hará tarde.

Adiós mamá.

—Adiós cariño.

Cate cerró fuertemente los ojos dejando que sus lágrimas corrieran libremente por sus mejillas.

—Si tan solo pudiera abrazarte nuevamente mi pequeña M... Si tan solo yo...

Cate no termino la oración cubriendo su cara con las palmas de sus manos llorando libremente.

—¿Mamá? ¿Se han ido ya? -Atlana salió del pasillo que daba a la cocina con dos mochilas en sus manos.

—Acaban de salir.

Atlana asintió y corrió rápidamente hacia la salida, Cate la vio entregarle una mochila con comida a cada una y seguidamente besar sus frentes antes de que la camioneta partiera de la casa.

—“Te amo mariposa. Diviértete”... Eso fue lo último que le dije. -Atlana murmuró suspirando.

—Bien, Lana ¡Hora de ir a el trabajo! -Cate exclamó besando su mejilla.

—Definitivamente hoy quisiera quedarme en casa mamá c. -Lana bromeó antes de ser arrastrada hasta la salida de la casa.

—Sube ahora, Atlana. 

.

—¡Abuela! -Manon salto a los brazos de la mujer pelirroja.

—Hola mi pequeña mariposa ¿como has estado? -Ellea la saludo besando sus mejillas.

—Bien Elle ¿en donde esta Cate? -Manon murmuró buscando con la mirada a la mujer de cabellos rubios– ¿ella no regresó de América contigo?

—Aquí estoy mariposa. -Cate la toco por los costados.

—¡Abuela! Pensé que te habías quedado en América... No te vayas nunca mas, dos meses son mucho ¿si?

Manon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora