11: Mom C.

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---Necesitamos hablar.

Cate sentó a sus tres "hijas" en los sillones frente a ella; apesar de la gran resaca de Atlana, las ojeras de Leonore y el hambre que comenzaba a poner de mal humor a Manon, Catherine sabía que era de suma importancia hablar eso con ellas antes de que tuvieran algún encuentro o incluso antes de que el rumor comenzara a correr.

---Ellas-Ellas regresaron -Cate pronunció con dificultad--, ambas.

Leonore miró sorprendida a su hermana mayor y Atlana comenzó a tener un dolor de cabeza mas fuerte dándole un trago a su taza de café.

---¿Ellas de verdad regresaron? -Preguntó la joven de ojos avellana.

---Ayer hablaron con G, ambas, y por la noche Cate habló conmigo. -Cate suspiró fuertemente antes de ver a su hija-- Puedes ir a comer cielo, que Nani te preparé el desayuno.

La pequeña salió corriendo de ahí en dirección a la cocina en donde el desayuno ya la esperaba y el cuál comenzó a comer sin prisa alguna.

---Ellas quieren vernos. -Cate regresó a el tema principal-- Hablar con las tres.

---Ni lo pienses -Atlana respondió rapidamente--, no voy a hacerlo, no pienso hacerlo.

---Lana, vamos... -su hermana suplicó cansada, no necesitaba otro dolor de cabeza-- ¿Pia?

La mas joven las miro a ambas, había comenzado a llorar asustando a las otras dos quienes de inmediato se acercaron a ella.

---Pensé que lo quería, pero no puedo, no después de todo.

Cate suspiró mientras envolvía a su hermana menor en un abrazó. Las entendía, claro que lo hacía.
Las habían dejado sin decir nada, Atlana tenía 18 y Leonore tan solo 10, aún recordaba el llanto de la menor y la furia de la pelirroja cuando ella les explico todo. Ellas las necesitaban y a la vista de ambas habían sido egoista y las habían dejado.

---¿Y tú?

En cambio ella, ella amaba a su madre de ojos azules, pero aborrecia a la pelirroja, aún no entendía como la había dejado de lado cuando ella mas la necesitaba, ese no era el deber de una madre; al menos ella sabía que si Manon alguna vez pasaba por algo similar no la dejaría, no haría lo mismo que su madre, no la lastimaria de esa manera.

---Yo tampoco lo deseo.

Las heridas de las tres aún estaban abiertas y la mas grande era la de la joven dueña de el imperio Luthor.

---Tengo que ir a el trabajo y ustedes a la escuela. -Cate se levantó de su lugar suspirando dando a entender que estaba cansada-- Andando chicas.

Atlana y Leonore se levantaron de su lugar y caminaron hacía el estudio en busca de sus cosas, Cate por su parte fue en dirección a la cocina en donde la imagen de Giselle comiendo la fruta sobre sus waffles hizo que una enorme sonrisa se formara en su rostro.

---¿Ya has desayunado? -Cate besó la cabeza de su hija tiernamente, Manon asintió aún con la boca atiborrada de waffles-- Me tengo que ir cariño, prometo no llegar tan tarde hoy ¿si?

---¿Llegarás para la hora de la comida? -Manon le sonrió a su madre tiernamente.

---Si, hoy tú puedes escoger el menú -Afirmó su madre acomodándose el vestido-- y no tardes con el desayuno, no puedes llegar tarde a la escuela.

Manon asintió mientras escuchaba las indicaciones de su madre a su nana, la observó acomodarse el abrigo, tomar su bolsa y las llaves de el automóvil lista para salir de la casa.

---Te veo mas tarde pequeña mariposa. -Cate le dio un último beso antes de salir de la cocina-- ¡¿Listas?! -la ojiazul gritó-- ¡Es hora de irnos!

Manon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora