2: We are going to be parents!

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---Y entonces fui a Bali, es muy lindo, aunque no estuve ahí por mucho tiempo.

Bali había servido para que Cate pudiera despejar su mente y poner en claro que era lo que quería. Quería tener a aquel bebé.

Lamentablemente no todo había sido miel sobre hojuelas, durante las primeras semanas del embarazo Edith y ella habían estado mas unidas que nunca, la mayor se había alegrado cuando ella le dijo que tendría a el bebé y sin quererlo había comenzado a pensar en un futuro juntas, sin embargo fue a el inicio de la semana 5 del embarazo que todo ocurrió.
Un día ella ya no estaba, se había ido, no había dicho a donde, ni por que, simplemente se había ido, la había dejado sola y con un corazón completamente destrozado. Por dos semanas pensó que ella había tenido la culpa o que quizá había tenido miedo sobre lo que iba a hacer cuando el bebé naciera.

Fue en la semana 10 cuando con esos pensamientos rondando su mente, hizo las maletas nuevamente y compró un boleto de avión con destino a Australia. Su estómago había crecido, ella lo encontraba fascinante, era una persona completamente diferente frente a el espejo, acababa de comenzar el tercer mese, tres meses escondida del mundo entero.

Suspiró asombrada regresando la vista a la ventana de el avión, las nubes eran tan hermosas con el sol sobre ellas, les daba un toque de color naranja que ella encontraba hermoso.

Aquél era el día, sí, había decidido no cometer los mismos errores que su madre cuando Edith la dejó, lo había dudado semanas, lo había pensado día y noche, no había dormido días pensando si de verdad debería de hacerlo, pero ella sabía que era lo correcto, aquel bebé iba a conocer y saber quién era su padre.

Cuando comenzó a ver la gran ciudad de Sidney desde lo alto su corazón comenzó a palpitar rápidamente, estaba nerviosa y ansiosas al mismo tiempo, Atlana iría por ella a el aeropuerto y la llevaría a la residencia de los Cavalli, acarició si pequeña barriga sobre el gran sueter y se repitió mil veces que era por ambos.

Fue de las primeras personas al salir cuando el avión aterrizó, fue de las primeras en recibir su equipaje y también fue la primera en recibir un abrazó al cruzar la puerta de salida, los cabellos rojizos de su hermana eran un poco mas largos y ella era un poco mas alta de lo que recordaba.

---Hola a ti también pequeño Cavalli. -Lana le habló a la pequeña barriga de su hermana haciéndola reír-- Te extrañé demasiado Cate.

---Yo también Lana, no imaginas cuanto. -Respondió abrazando a su hermana nuevamente-- ¿Cómo esta Pia? ¿Cómo esta papá?

---Oh, yo estoy bien elefantito. -La voz grave de su padre la sobresalto-- Hola.

La rubia lo abrazó aferrándose a él, lo miro dos veces, parecía que lo había olvidado por completo.

---Oh, basta -Cate se limpió una lágrima de su mejilla--, me fui dos meses y ustedes son personas completamente diferentes a mi vista.

---Y mira que nosotros no tenemos una panza de tres meses de embarazo. -Bromeo Alistair tomando las maletas de su hija en brazos-- Te ves deslumbrante cariño.

—Muchas gracias papi. -Cate besó nuevamente su mejilla.

Cate los miro nuevamente, todo era tan extraño, abrazo a su hermana mientras y así los tres comenzaron a caminar hacía la salida, su padre subió las maletas a la camioneta mientras que Atlana la ayudaba a ella a subir, y después su padre comenzó conducir mientras su hermana la ponía al tanto de todo lo que había pasado en su ausencia.

---Has hablado con Cornelio ¿cierto?

---Si, me da informes de todo. -Afirmó su hermana riendo--, es mi mano derecha.

Manon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora