Pasaron 5 años desde que la familia Van Zeller perdió a uno de los suyos. Ante la incompetencia de los policías y detectives, y ante la desesperación de Dedrick Van Zeller de no encontrar a su hija menor, recurre a su yerno favorito, Sebastian Stan...
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||Sebastian Stan||
28 de septiembre del 2022
Escribí las últimas cosas que habían sucedido en mi diario, tratando de poner en orden mis pensamientos. Sin embargo, no podía dejar de pensar en lo que Nolan me había dicho sobre Aiden y Madeline. La idea de que ellas pudieran ser la misma persona seguía resonando en mi cabeza, y cada vez parecía más probable. Pero, aunque esta información me inquietaba, no sabía bien qué hacer con ella.
Desde que Aiden y yo fuimos a la playa y pasamos un tiempo increíble, había empezado a idear un plan para organizar un viaje con ella. Tal vez ese viaje me permitiría acercarme más y entender quién era realmente, ya fuera Aiden o Madeline. Quizás, a través de este tiempo juntos, podría descubrir más sobre su vida.
Decidido, me levanté y fui directo a su cuarto. Toqué ligeramente la puerta antes de abrirla.
—¿Aiden? —pregunté, asomándome con cautela.
Ella giró un poco la cabeza, pero no apartó la vista de la pantalla de su computadora.
—Hola, Sebas —respondió con una sonrisa tranquila, aunque seguía concentrada en lo que hacía.
—¿Estás muy ocupada? —le pregunté, intentando sonar casual, aunque por dentro estaba inquieto.
—No realmente —contestó, cerrando una ventana en su pantalla—. Solo estoy organizando unas cosas. ¿Por qué? —levantó la vista, curiosa.
—Necesito que hagas unas maletas y vengas conmigo —le dije con seriedad, pero con un toque de emoción en la voz. Aiden se volteó hacia mí, con una expresión de absoluta confusión.
—¿Qué? —preguntó, intentando procesar lo que acababa de escuchar.
—Te prometí que quería explorar el mundo contigo, y eso es lo que vamos a hacer. Bueno, solo un poco por ahora —dije con una sonrisa, intentando suavizar la sorpresa. Aiden soltó una risa, emocionada, pero aún incrédula.
—¿En serio? ¿Y a dónde me llevarás? —preguntó mientras tomaba mi mano, su mirada reflejaba una mezcla de curiosidad y entusiasmo.
—Ya verás —respondí, devolviéndole la sonrisa y guiñándole un ojo. Sabía que el destino debía ser una sorpresa.
☁︎☁︎☁︎
Después de ese momento de emoción, le mentí a Chris diciéndole que saldría por unos asuntos personales. Como era de esperarse, me hizo varias preguntas, especialmente sobre qué estaba haciendo aquí realmente. Finalmente, le conté la verdad, aunque sabía que no le haría mucha gracia. Y, efectivamente, se molestó porque no se lo había dicho antes.
—¿Por qué no me dijiste nada? —me preguntó con el ceño fruncido.
—Traté de decírtelo, pero algo siempre nos interrumpía —le expliqué, aunque su expresión seguía siendo de frustración.
